El mate, el café con leche, el café de la mañana, un jugo. Siempre, unos bizochitos salados vienen de diez para acompañar cualquiera de estas infusiones. No hay nada mejor que llegar cansado de trabajar, del colegio, después de un día agitado y preparar un mate calentito o un jugo fresco, según cada preferencia.
Sin embargo, en estos tiempos de crisis económica, no siempre es posible tener algunas galletitas con queso, o unos bizcochitos para acompañar. Las facturas, antes compañeras fieles del mate, ahora son un lujo que muchos no pueden permitirse.
Ante esta realidad, surge la creatividad y muchas personas encuentran la solución en la simplicidad de lo casero.
Una receta sencilla, que utiliza ingredientes básicos y promete ser la solución perfecta. Además, también puede ser la merienda de los niños.
Mezclar la harina con una cucharadita de sal (opcional) y con el queso rallado. Revolver hasta que esté todo integrado. Agregar el agua y el aceite.
Amasar hasta formar una masa homogénea. Estirar con el palo y cortar los ciculitos. Colocarlos en una placa enmantecada.
Pinchar los bizcochitos con un tenedor y llevar a horno medio 180° entre 15 a 20 minutos.