La confirmación de una explosión en el ARA San Juan supone el peor de los finales para el submarino desaparecido. En el octavo día de búsqueda, se cierran las hipótesis sobre un siniestro en la embarcación que habría dejado sin posibilidades de reacción a la tripulación.
El malestar de los familiares radica en el hecho de que recién este miércoles, a una semana del último contacto, se conoció el indicio por una anomalía hidroacústica que en realidad se registró horas después del último contacto, aquella mañana del 15 de noviembre.
La organización del tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares fue el organismo que informó a la armada argentina sobre este sonido, que luego al ser analizado se advirtió que coincidiría con una explosión.
Se descarta un ataque bélico contra la embarcación argentina porque no había otro navío en la zona y porque además hubiera provocado otro tipo de anomalía hidroacústica.
Los amigos y familiares de los dos mendocinos, manifestaron su preocupación por la situación, pero enviaron un mensaje de esperanza.
María Vélez,vecina de Palmira y amiga de la familia de Fernando Santilli, describió al tripulante como un “luchador” e indicó que todo el barrio está pidiendo porque aparezca la tripulación y señaló “creo que Dios va a hacer un milagro”.
Por su parte, desde el Sur Provincial, Claudio Rodríguez, hermano de Hernán, señaló su conmoción por el caso y pidió por que aparezca su hermano.
En Real del Padre, los vecinos y familiares se concentraron en un punto neurálgico y prendieron velas para pedir la aparición de todos los tripulantes del ARA San Juan.