La alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunológico que se produce inmediatamente o un tiempo después de ingerir un determinado alimento. Para que esta reacción se inicie, incluso una pequeña cantidad puede desencadenar los problemas digestivos (cólicos, vómitos, diarrea o sangre en materia fecal), urticaria y otras erupciones cutáneas.
En nuestro país, nacen más de 40 bebés por día con alergia a la proteína a la leche de vaca (APLV), que es la alergia alimentaria más frecuente, según detallan los profesionales médicos.
Según apunta el médico pediatra Diego Montes de Oca “siempre debemos estar muy atentos a lo que la mamá nos refiere al llegar a consultorio. Hay que entender antes que nada que cuando hablamos de alergia es como que nuestro cuerpo no reconoce una proteína y reacciona.
Los seres humanos estamos hechos de proteínas, pero puede darse esta reacción en algunos bebés que se vincula con una alergia a la proteína de vaca. Por lo tanto, si el bebito toma este tipo de leche, puede llegar a recibir esta proteína que entra al intestino. Este último al no reconocerla reacciona".
- ¿Qué síntomas aparecen?
Los bebés comienzan con cólicos, diarrea, diarrea con sangre, vómitos y dolor de panza. Además, si presenta un brote en la piel y alguna fisurita en la cola, implica una alerta para suponer e investigar si efectivamente estamos ante una alergia a la proteína de la vaca.
- ¿Dar de mamar transmite esto?
Efectivamente, ya que, si la mamá consume leche, yogurt o queso, esa proteína va directamente al pecho materno, y por ende al bebé. De allí la importancia de dar valor y atención a los síntomas y siempre consultar con el especialista.
-Una vez diagnosticado, ¿cómo se sigue?
Se realiza la llamada dieta de privación, esto implica que, si el bebé toma mamadera con leche de fórmula, la misma no tiene que tener proteína de la leche de vaca, y si la mamá le da el pecho debe suprimir todos los lácteos. No es algo que sea para toda la vida, con el desarrollo del niño eso cambia. Si bien la alergia alimentaria en general es benigna y transitoria, se ignora por qué determinados niños tienen más sensibilización a determinados alérgenos que generan reacciones más graves o alergias persistentes. Es importante reconocer cómo reacciona cada paciente.
En ese sentido, los expertos recomendaron prestar atención a síntomas digestivos como cólicos, vómitos, diarrea y sangre en materia fecal, o dermatológicos, como urticaria o erupciones cutáneas, ya que se trata de la alergia alimentaria más frecuente, seguida por las que ocasionan la ingesta de huevo, pescado, crustáceos, maní, frutos secos, soja, trigo y sésamo.
El profesional dialogó con el equipo de Cada Día, mirá la nota