Una mujer que escondió el cuerpo de su bebé muerto en el desagüe luego de dar a luz, fue condenada a 12 meses de cárcel.
Sinead Connett, de 29 años, les escondió el embarazo a su familia y amigos y dio a luz en el baño de la casa que compartía con su novio, quien tampoco sabía del bebé.
En agosto de 2013, la mujer, escondió el cuerpo del bebé en el baúl del auto durante tres días y después manejó 25 kilómetros hacia la casa de sus padres, en Grimsby, Inglaterra. Allí envolvió al pequeño bebé en una toalla y en tres bolsas plásticas antes de tirarlo en el pozo del desagüe.
Más de cuatro años después no se sabe cómo murió el bebé después de que Sinead tejiera una red de mentiras ante la policía, ya que aseguró que el niño fue fruto de una violación, y que fue raptada por un taxista después que salió borracha de una fiesta de la oficina.
Las evidencias muestran que el bebé tenía el cráneo fracturado, pero puede haber sido como consecuencia del golpe en el desagüe, o cuando se extrajo el cuerpo del bebé de ese lugar.
El bebé nació a los 9 meses pero no se pudo determinar la causa de su muerte.
La mujer nunca dijo nada al respecto hasta que se hallaron los restos del niño tres años después cuando un plomero intentaba destapar la cañería. Aún así, negó que fuera de ella hasta que se le practicó un ADN.
A pesar del llanto de la mujer en la corte, el juez la sentenció“Eres la arquitecta de esta situación deplorable y debes ser castigada”.
Sus padres, Stuart y Anne Connet, y su novio, Jonathan Layfield, con quien luego se casó, no sabían que la joven había estado embarazada ni que había dado a luz. Su excusa a su panza había sido problemas de salud que le habían inflamado el estómago.
En Corte reconoció que pensó que tener el bebé hubiera sido el fin de la relación con su novio. Además estaba focalizada en su carrera y podría haber perdido su trabajo.
El cuerpo del bebé fue hallado en febrero del 2016 y los padres de la mujer ayudaron en todo momento a la Policía para develar el misterio.
Sinead dio tantas versiones del hecho que fue difícil para el juez saber cuándo estaba diciendo la verdad. Además de inventar la violación del taxista, aseguró querer ir a practicarse un aborto pero no se lo quisieron practicar pues ya estaba muy avanzado el embarazo, también mintió sobre las fechas.
Todas sus mentiras fueron descubiertas con la investigación policíaca, pero principalmente por las pruebas científicas y el ADN.
Según la reconstrucción, comenzó con trabajo de parto cuando volvía de un viaje a Turquía, el 6 de agosto de 2013. Tuvo el bebé en el baño, limpió todo y lo escondió en el baúl del auto hasta el 9 de agosto, cuando condujo hasta la casa de sus padres y lo tiró por el desagüe.
Antes de que ingresara a la cárcel, su familia estuvo con ella, incluso su marido.