Dolores estomacales: ¿Cuándo preocuparme?

El dolor "de panza", puede surgir por muchas causas, como infección, inflamación, úlceras, perforación o rotura de órganos, contracciones musculares descoordinadas o bloqueadas por una obstrucción, y obstrucción del flujo sanguíneo que impide la irrigación de los órganos, entre muchas otras. Todo dependerá del área del abdomen en cuestión. Por ello exagerar o minimizar todo dolor, no sería lo óptimo.

Como explica el médico gastroenterólogo Guillermo Camus "en este sentido es fundamental tener en cuenta si los dolores que padecemos son agudos a crónicos ya que hay dolencias de momento como una gastroenteritis aguda, en donde en siete días vuelvo a la normalidad, es decir uno 'la pasa'. Sin embargo en lo crónico (más de un mes) o hay recurrencia, es decir tuve el cuadro, mejoré pero vuelve a aparecer, allí es donde debo prestar atención sin minimizar los síntomas".

-¿Por qué síntomas consultan los pacientes y no son muy frecuentes?

Uno de ellos es la alitosis que genera mucha confusión, ya que los que consultan por esto estám convencidos de que viene de la panza, cuando en realidad en el 90% de los casos viene del lado de la salud bucal o del otorrinolarongólogo. 

-¿A qué tipo de dolores debemos prestar atención?

Si es en la parte superior derecha pensamos en la vesícula, en la boca del estómago es el estómago oquizá alguna afección pancreática que suele dar dolor allí que se termina por trasladar a la espalda, dolor en fosa ilíaca derecha una patología pendicular o ginecológica y algo muy frecuente, los divertículos, que da dolorers en la parte inferior izquierda del abdomen. Son patologías cuyos dolores son importantes.

-¿Se suman síntomas como vómitos o colitis en este tipo de dolores importantes?

Sí muchas veces, cuando los denominados síntomas asociados emergen se tiene que ir al médico y no tapar el cuadro.

Distensión abdominal

“El exceso de eructos, gases y distensión abdominal suele resolverse por sí solo o con algunos cambios simples. Cuando estos son los únicos síntomas, es rara la posibilidad de que haya una afección subyacente grave”, afirma el especialista.

Puntos a tener en cuenta

Deshacerse del exceso de aire

“Los eructos permiten al cuerpo expulsar el exceso de aire que hay en el tracto digestivo superior y, en su mayoría, son producto de tragar aire en cantidad excesiva. Sin embargo, ese aire casi nunca llega al estómago, sino que se acumula en el esófago”, explican.

Una persona puede tragar aire en exceso cuando come o bebe muy rápido, habla mientras come, mastica chicle o come caramelos duros, toma gaseosas o si es fumador, puntualizan. Además, hay quienes tragan aire como un tic nervioso, incluso cuando no comen ni beben nada, situación conocida como aerofagia.

Tip:Comé y bebé lentamente; tomar tiempo para comer y beber puede ayudar a tragar menos aire, evitá las gaseosas y la cerveza, al igual que el chicle y los caramelos duros. Masticar chicle o chupar caramelos duros obliga a tragar con más frecuencia de lo normal y parte de lo que se traga es aire.

Acumulación de gases en el intestino

La presencia de gases en el intestino delgado o en el colon, generalmente, es producto de la digestión o de la fermentación por parte de la flora intestinal de alimentos no digeridos, como la fibra vegetal o ciertos tipos de azúcar (carbohidratos). De igual manera, los gases también pueden producirse cuando el aparato digestivo no es capaz de descomponer completamente algunos alimentos, como el gluten o el azúcar de los productos lácteos o de la fruta.

Tip:Eliminá ciertos alimentos ya que los que comúnmente producen gases son, entre otros, los porotos, las arvejas, las lentejas, el repollo, la cebolla, el brócoli, coliflor, los alimentos integrales, los champiñones, ciertas frutas, la cerveza y las gaseosas. Intentá eliminar un alimento por vez para ver si la situación mejora.

Cuándo consultar al médico: si los síntomas no mejoran con los cambios simples y, en particular, si también presentás diarrea, dolor abdominal intenso y constante, heces sanguinolentas, cambios en el color o en la frecuencia de las heces, adelgazamiento no intencional, molestia en el pecho, pérdida de apetito o sensación de saciedad rápida.

El profesional estuvo con el equipo de Cada Día, mirá la nota