El fin de semana las redes sociales de China se incendiaron con el video que muestra cómo una mujer embarazada hizo tropezar y caer a un niño de cuatro años para vengarse de que el chico, corriendo atolondradamente, había movido unas cortinas de plástico que la golpearon en la cara.
El hashtag "Mujer embarazada saca su pie para derribar a niño" (#孕妇伸腿绊倒幼童#) fue visto más de 67 millones de veces en Weibo el domingo y atrajo miles de comentarios. Desde entonces, la furia de los ciudadanos de la web no ha parado.
La mujer se convirtió en blanco de maldiciones y amenazas, y hasta de una forma especial de doxing (la pesquisa de información sobre una persona con un objetivo concreto, en general, de dañarla) propia de China, la llamada human flesh search engine o HFS, una fenómeno colectivo por el cual las personas (de ahí el nombre: no son algoritmos los que hacen la búsqueda) se ponen a investigar los datos personales de alguien con el fin de exponerlo. Bajo presión, la "embarazada mala", como la llaman, se entregó a la policía, informó What's On Weibo.
El episodio sucedió el 19 de abril en la ciudad de Baoji, provincia de Shaanxi, en un restaurante, que administran los padres del niño, quienes le pidieron que buscara palitos chinos. La mujer embarazada comía sentada en una mesa cerca de las cortinas que separan la cocina del salón, y el video, tomado por una cámara de seguridad, muestra el momento en que el niño pasa corriendo y uno de los flecos de plástico la golpea en la cara y hace que se arroje encima algo de la comida.
El pequeño sale de cuadro y cuando vuelve a entrar se observa cómo la mujer saca su pie para que él tropiece. El niño cae de bruces y la madre se acerca a auxiliarlo. Más tarde los médicos que lo observaron dijeron que había sufrido un traumatismo menor.
El pequeño le contó a la madre lo que había sucedido, y así comenzó la historia que agita las redes sociales chinas hace cinco días. La mujer buscó el material de las cámaras de seguridad y llamó a la policía. "Primero pensé que mi hijo se había tropezado, pero luego me dijo que la mujer lo había hecho caer, y otros clientes lo confirmaron", dijo a un medio local, según reprodujo The Washington Post.
El video pronto llegó a las redes sociales, y las conquistó. Nadie discutió otra cosa en el fin de semana. Un comentario, "Mala futura mamá", sintetiza el sentimiento predominante en Weibo: "Creo que esta embarazada exageró. El niño todavía es pequeño e ignorante. Uno lo puede regañar, pero no le puede hacer una zancadilla. Lleva los palitos chicos en la mano: ¿qué habría pasado si realmente se hubiera herido? Pronto serás madre, ¿no te da miedo que tus propios hijos sufran daño? Tu agresión no le hace bien a tu bebé. Eres una adulta, debería darte vergüenza"
Para algunos los padres no cuidaron al niño, para otros "la embarazada tiene derecho a estar enojada porque no recibió una disculpa de los padres". Pero la mayoría de la gente criticó a la mujer: "Es infantil y exagerada", "Se pasó"; "Esto es inmoral"; "Esto no tiene justificación". La lista de comentarios parecía no tener fin, como si nadie sintiera que podía callar ante el asunto que involucró a dos poblaciones vulnerables, los niños y las embarazadas. Desde luego, los medios chinos cubrieron ampliamente el tema.
Tras entregarse a la policía, la mujer se disculpó con la madre del menor. Se ofreció a pagar los gastos médicos del chico y recibió una sentencia a diez días de cárcel, que fue suspendida, porque tiene siete meses de gestación, y al pago de una multa de 158 dólares.
Fue tanta la agitación que la madre del niño salió públicamente a pedir que cesara el acoso contra la agresora. "No queremos afectarla. Yo misma tengo niños. Puedo comprender", dijo.