El vocero presidencial, Manuel Adorni, generó polémica al minimizar la preocupación del Gobierno por la desigualdad, enfatizando que la prioridad es la lucha contra la pobreza y atacar al principal enemigo que es la inflación. Durante una rueda de prensa en Casa Rosada, Adorni aclaró que “la desigualdad no es un problema cuando se vive en un país donde las personas tienen una buena calidad de vida. Lo que verdaderamente importa es cómo sacamos a la gente de la pobreza”.
Adorni resaltó que la desigualdad es una cuestión de debate global, destacando que pueden existir grandes diferencias de ingreso y capital entre personas de altos ingresos sin que eso afecte su calidad de vida. Para ilustrar, hizo una comparación entre su situación económica y la del empresario Elon Musk, señalando que aunque la diferencia de patrimonio es muy grande, su calidad de vida no se ve afectada. “¿Podría cuestionar la riqueza de Elon Musk? No, porque él generó sus ingresos a través de proyectos que yo no hice, y es lógico que esa brecha de riqueza se amplíe con el tiempo”.
En una declaración que generó revuelo, Adorni comparó la situación de países como Cuba, donde, según dijo, “no hay desigualdad porque todos son pobres”. Desde su perspectiva, la verdadera prioridad debería ser la erradicación de la pobreza, no la búsqueda de igualdad a cualquier precio. “Prefiero vivir en una sociedad con desigualdad antes que en una donde todos seamos pobres”, sentenció.
Ante la consulta sobre el aumento de ganancias de las empresas alimenticias en medio de la caída del poder adquisitivo de la población, Adorni subrayó que “la rentabilidad de las empresas no tiene relación directa con la pobreza”. En su visión, el crecimiento de los beneficios empresariales es esencial para el desarrollo económico y la creación de empleo: “Un país donde las empresas no generen utilidades sería inviable, ya que estarían todas quebradas. Apuntamos a que los empresarios, sin importar el tamaño de sus negocios, puedan ganar dinero”.