El 18 de enero de 2020 en Villa Gesell un grupo de 10 jóvenes asesinó a golpes a Fernando Báez Sosa. Durante el juicio, ninguno de los 8 imputados por acción directa habló. Luego de 4 años, Máximo Thomsen se separó del grupo y rompió el silencio desde la cárcel donde se encuentra luego de que fuera condenado con cadena perpetua.
Báez Sosa, era un joven estudiante de derecho. Lo mataron en la madrugada de 18 de enero de 2020 a la salida de un local bailable de Villa Gesell. Según la autopsia, el joven murió de un “traumatismo de cráneo”. “Mucha golpiza le dieron, dijo la mamá de la víctima, Graciela Sosa, tras la muerte del joven. "Lo golpearon hasta no dar más con él, hasta que lo mataron”.
La pelea habría iniciado en el interior de boliche, del que fueron sacados los atacantes por la seguridad del establecimiento. Ya fuera del lugar, Báez Sosa habría dado por terminado el incidente, pero 15 minutos después, el grupo atacó al joven a patadas y puños, dejándolo gravemente herido.
8 de los 10 involucrados fueron condenados, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Tomás Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi deberán cumplir prisión perpetua. En tanto, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi deberán estar 15 años en prisión.
Durante la entrevista dada al periodista Rolando Barbano, Thomsen, de 22 años, dio su versión de los hechos, lloró frente a cámara, acusó a sus compañeros y hasta dijo que reza por Fernando Báez Sosa.
El joven habló en una entrevista exclusiva con Telenoche donde comenzó contando un poco sobre su vida diaria. A la hora de hablar del rugby, desprendió la violencia del deporte y la calificó como algo social, “la violencia trae más violencia”.
“Era muy normal salir afuera del boliche en Zarate y que hubiera dos o tres peleas. ¿Me he peleado? Sí, no es algo que este orgulloso, pero es lo que pasa hoy en día, si no te defendés te pasan por encima”.
Thomsen lloró tres veces, recordó cómo planificaron el viaje a Villa Gesell con sus amigos. “Cuando salía necesitaba tomar algo para poder soltarme, se refirió al tema del alcohol".
Relató cómo fue la previa del asesinato de Fernando, “La noche del crimen fue la segunda que estuvimos en Gesell, íbamos a divertirnos”. Esa noche del 18 de enero, una pelea se desató adentro del boliche. El joven relató que todo comenzó cuando Fernando le pegó a un amigo “me enteré de que era porque Matías estaba separando a él con otras personas, cuando le puso la mano en el pecho le pegó una piña en la frente”.
“Nunca hablamos de ir a buscar a Fernando”, destacó del momento en que salieron de las instalaciones. “Vi a un amigo que se metió a una ronda y me metí. Fernando era el que se estaba burlando de nosotros" y agregó que"Enzo Comelli le pega la primera piña porque Fernando le había pegado a Matías".
“Sentí una piña en el mentón y empecé a tirar patadas al aire, después me enteré de que yo sí le había pegado a Fernando. Es algo que pasó. Desde el primer día quise contar todo, pero no me dieron la oportunidad. Quería contar que fui participé, pero no tuve la intención de matar a nadie”, explicó.
“Yo no fui, no pateé a Fernando en la cabeza, la patada del vídeo es de Ciro Pertossi y se confirmó que al final no le pegó”, explicó sobre su versión de los hechos y que él no creía que se podía matar con sus golpes.
Los jóvenes se fueron del lugar y afirmaron que no estaban festejando.
“No recuerdo mucho, solo me acuerdo de que entre pateando. Si somos culpables que nos culpen por lo que pasó, no por lo que dicen que pasó”, se quebró al decir que no era su intención y que no se esperaba que tuviera esa consecuencia.
“No me siento un asesino”, se definió y afirmó que si pudiera volver el tiempo atrás lo haría.
Una semana después de romper el pacto de silencio que mantenía con sus compañeros, Thomsen volvió a cuestionar la labor de su anterior representante legal y pidió un nuevo juicio.