En Mendoza, actualmente hay 900 menores en residencias estatales debido a la vulneración de sus derechos, de los cuales 150 están en proceso de adoptabilidad.
Ser padrino o madrina de un niño que resida en centros del Estado le ofrece una gran oportunidad de mejorar su calidad de vida.
Muchas personas y familias prefieren esta forma de involucrarse ya que se adapta mejor a sus circunstancias y deseos, en lugar de la adopción.
El Programa de Padrinazgo Voluntario está diseñado para ofrecer apoyo y protección a niños y adolescentes que, debido a situaciones familiares difíciles, se encuentran en residencias estatales de la provincia.
Este programa no está destinado a quienes deseen adoptar.
Los padrinos y madrinas visitan a los niños, comparten tiempo y actividades recreativas, fomentando una relación afectiva y respetuosa.
Eugenia Guglieri, Coordinadora del Programa de Acogimiento Familiar, explica que cualquier persona puede asumir este rol, siempre y cuando cumpla ciertos requisitos legales, como no estar inscrita en el Registro de Adopciones, no tener antecedentes penales y no ser deudora alimentaria.
El tiempo de participación en el programa es indefinido y se espera que los vínculos afectivos perduren incluso después de que el niño o niña sea adoptado.
Los padrinos pueden llevar a los menores durante los fines de semana, vacaciones y acompañarlos en diversas actividades, siendo una figura afectiva constante.
Una vez que alguien se ofrece como padrino o madrina, comienza un proceso de admisión, evaluación y selección, asegurando que el vínculo con el niño o niña sea adecuado y beneficioso.
Las personas interesadas pueden escribir al correo oficial de la Dirección de Cuidados Alternativos (DCA): apadrinamiento@mendoza.gov.ar.
Es importante destacar que participar en este programa no implica ninguna obligación de adopción, ya que para ello se deben seguir los procedimientos legales establecidos.