Se hacen las 00, suenas las campanadas y ya es Navidad. Brindamos, nos abrazamos con nuestros seres queridos, nos emocionamos, nos acordamos de los que no están, celebramos lo vivido, saludamos por mensaje a los que están lejos y empieza el desfile de cosa dulces. El pan dulce, el turrón, el mantecol, la ensalada de frutas, la garrapiñada, el maní con chocolate... la mesa se llena de delicias.
Eso sería un escenario ideal, pero bajando a la realidad, no todas las familias tienen la posibilidad de llenar la mesa de cosas ricas. La ensalada de frutas y los sandwichitos de miga ya son casi un imposible para muchos argentinos en una economía con más de un 100% de inflación.
Es por eso que desde el Nueve.com estamos acercando recetas rápidas y económicas para que no te quedes con ganas de nada esta Navidad. La garrapiñada es una delicia dulce queda arriba de la mesa y hasta la madrugada, cada vez que se pasa por su lado, es imposible no llevarse una a la boca. Cómo hacerla de manera rápida y barata.
La garrapiñada puede congelarse o conservarse durante varios días si se conserva en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco, sin humedad ni exposición solar.
Almacenamiento adecuado: Guarda la garrapiñada en un recipiente hermético para evitar la entrada de humedad y mantenerla fresca por más tiempo.
Lugar fresco y seco: Almacena la garrapiñada en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Esto ayudará a evitar que se reblandezca o se oxide. Un armario, alacena o despensa oscura son lugares adecuados para conservarla.
Freezer: Si deseas conservar la garrapiñada por un período más largo, puedes congelarla. Coloca la garrapiñada en un recipiente hermético y guárdala en el congelador. De esta manera, se mantendrá fresca y no perderá sus propiedades durante mucho tiempo. Antes de consumirla, sácala del congelador y déjala descongelar durante unos quince minutos aproximadamente.
Siempre verifica el estado de la garrapiñada antes de consumirla para asegurarte de que esté en buen estado.