El oficial Gustavo Quesada y los auxiliares Cristian Guarayo y Ángel Oropel, pertenecientes a la Jefatura Departamental Guaymallén, abandonaron por un momento su traje de policías y ante la urgencia tuvieron que recibir a un niño de una vecina del departamento.
La historia comenzó cuando entró un llamado al 911, en el que una mujer solicitaba la presencia de personal médico a su casa de calle Fedelli porque había comenzado con trabajo de parto.
Consecuencia de ello, la Policía llegó con mayor velocidad que el Servicio de Emergencia Coordinado al domicilio y los uniformados al ver la situación, se convirtieron los parteros y asistentes de la joven madre que estaba a punto de dar a luz.
María del Carmen Peralta en ese momento estaba acompañada por una vecina cuando los policías la acompañaron en el trabajo de parto.
La joven comenzó con trabajos de parto y fue asistida en todo momento por los efectivos, logrando que naciera un varoncito en perfecto estado de salud.
Minutos después arribó el personal del Servicio de Emergencia Coordinado quienes continuaron asistiéndola, trasladando a la mamá y su bebe al hospital Carrillo de Las Heras para una mejor asistencia.
Uno de los efectivos acompañó a la joven en la ambulancia para que contener al bebé en brazos. Una vez en ese centro asistencial, la madre y el bebe quedaron internados en observaciones en perfecto estado de salud.