En medio de una polémica, Romina Uhrig, exdiputada y exparticipante de Gran Hermano, desmintió categóricamente haber tenido una reunión privada de dos horas con el expresidente Alberto Fernández en la Casa Rosada. La acusación, revelada por la periodista Guadalupe Vázquez, se basó en registros de ingreso al edificio oficial, lo que generó un fuerte cruce de declaraciones.
Durante una entrevista con Baby Etchecopar en Radio Rivadavia, Uhrig negó enfáticamente la veracidad de esos registros, calificándolos como "truchos".
Aseguró que jamás se reunió a solas con Fernández, y que en la única ocasión en la que coincidieron, cumplió con todas las medidas de seguridad necesarias debido a su avanzado embarazo en ese momento. "Estaba permitido, fue a distancia y con barbijo", explicó Uhrig, expresando su sorpresa por la difusión de lo que consideró una "desinformación".
La controversia se desató cuando Vázquez aseguró haber verificado que Uhrig había asistido a un brindis en la Quinta de Olivos en pleno confinamiento, y que el 30 de diciembre de 2020, alrededor de las 14:12, habría registrado una audiencia con el expresidente que se prolongó por 143 minutos. Esta última afirmación fue rotundamente desmentida por Uhrig, quien, visiblemente molesta, manifestó: "Estoy harta de que me difamen y de que inventen estas cosas. Quiero trabajar en paz, tranquila, no jodo a nadie".
La exdiputada también adelantó que tomó acciones legales en respuesta a las acusaciones, enviando el asunto a su abogado. Además, aprovechó la ocasión para defender a su exmarido, el exintendente de Moreno Walter Festa, de las acusaciones de corrupción que se han lanzado en su contra. "Nunca me casaría con una persona corrupta", afirmó Uhrig, insinuando que las denuncias que enfrenta Festa provienen de conflictos internos familiares.