Continúa agravándose la situación en el Sur provincial por los incendios. El panorama es dramático y en los últimos seis días se han quemado 100 mil hectáreas.
Los focos son difíciles de extinguir debido a las condiciones meteorológicas: los fuertes vientos han propagado las llamas y los daños son muchos. El fuego ha provocado una gran mortandad de animales, caída de torres de alta tensión y cortes preventivos de rutas. Afortunadamente, las autoridades sostienen que no hay pobladores en riesgo.
El combate de las llamas se realiza a través de un trabajo coordinado entre el Plan Nacional de Manejo de Fuego, la Secretaría de Ambiente, el Ministerio de Seguridad, Defensa Civil y los municipios de General Alvear y San Rafael. Son cerca de 100 personas las que trabajan en el lugar.
En los focos activos, las llamas "no pueden ser controladas a raíz del viento, el clima seco y las altas temperaturas", precisó un vocero de la Dirección de Recursos Naturales Renovables a Télam.
“El incendio se está extendiendo rápidamente hacia el norte, cruzó el río Diamante en al menos tres sectores y la ruta nacional 146 en al menos un sector a unavelocidad de propagación del fuego que es de al menos 15 kilómetros por hora”, detalló la fuente.
Todo comenzó el pasado sábado 30 de diciembre cuando a raíz de una tormenta eléctrica se desencadenaron varios focos de incendio. La lucha ha sido incansable hasta ahora y se espera poder controlar el siniestro.
• Prender fuego sólo en lugares habilitados
• Tener a mano recipientes con abundante agua
• Nunca hacer fuego debajo de los árboles
• No arrojar colillas de cigarrillos ni fósforos al suelo en áreas protegidas
• Llevarse del lugar la basura
• Apagar el fuego correctamente, con abundante agua
• Remover las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas