Mañana se cumplirán 19 meses desde que Nataniel Guzmán, un joven abogado, fue visto por última vez en Mendoza. Desde entonces, su madre, Silvia Saavedra lucha por obtener respuestas sobre lo sucedido con su hijo. En medio de su dolor, Silvia viajó nuevamente a Mendoza para exigir que se reanude la investigación, la cual, según ella, ha estado llena de errores y omisiones desde el principio.
"Yo no vivo en Mendoza, como sabrán, y puedo viajar cada dos o tres meses para juntarme con el abogado y saber cómo va la cosa, pero desgraciadamente debo decir que, a pesar de todas las puertas que he tocado, hasta el día de hoy no se han hecho los peritajes necesarios", expresó Silvia a Noticiero 9.
"El fiscal en su momento dijo lo que hay que hacer cuando desaparece alguien, pero nada de eso lo llevó a la práctica. Eso no lo digo yo, lo dice el expediente", agregó.
Uno de los puntos más críticos de la investigación para ella es la falta de acciones inmediatas para rastrear el celular de Nataniel, que permaneció activo durante siete días después de su desaparición. Silvia enfatiza que si se hubiera actuado a tiempo, se podría haber localizado el dispositivo. "No sé si lo tendría él o alguna otra persona, pero en esos siete días, si hubiera habido una buena investigación, se podría haber rastreado perfectamente dónde estaba el celular", dijo con frustración.
La madre de Nataniel también destacó las fallas en la solicitud y análisis de las cámaras de seguridad, que podrían haber proporcionado pistas cruciales. "Cuando nosotros solicitamos las cámaras, la fiscalía siempre lo hizo tarde. Las cámaras del colectivo de ese día no funcionaban, y las otras se pidieron después de los 15 días, cuando ya estaban pisadas", explicó. Esta situación ha obligado a Silvia a asumir un rol que jamás imaginó: "Como mamá y querellante también me tengo que hacer tipo investigadora porque la fiscalía no investiga", comentó.
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