Mendoza

A raíz del Covid le tuvieron que amputar las dos piernas a sus 21 años y la vida le dio otra oportunidad: "Soy Fuerte"

Se han registrado 30 casos en los que debido al covid los pacientes sufrieron problemas de circulación en su parte inferior, llegando a apuntarles ambas piernas. Una de ellas es la mendocina Candela Copa qué cuenta su historia a través de un libro que escribió.

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Redacción ElNueve.com
12 de noviembre de 2024 | 16:18

Candela Copa vive en Mendoza. A sus 21 años le dio Covid, no presentaba síntomas, pero la pesadilla vino después. La enfermedad le perjudicó la circulación de las piernas a tal punto que debieron amputárselas. Solo hubo 30 casos de este tipo en el mundo y uno de ellos le tocó a esta joven mendocina que escribió un libro para compartir su historia.

Tenía 21 años cuando sufrió de Covid, pero no se imagina que a partir de ahí su vida iba a cambiar de manera radical.

“Hola soy candela y la vida me dio una nueva oportunidad en el 2021. Empecé con dolor un día viernes a principio de abril. Me internaron, yo sentía como que me estaba por dar un calambre en el gemelo constantemente, fui al traumatólogo porque nunca me imaginé que era algo de la sangre”, contó Candela. Ella no se imaginaba que podía ser, el médico le dijo que podían ser los meniscos, pero no más que eso.

Un día fue al cine junto a su pareja y le costaba un montón caminar, “ya me pinchaba el pie, me dolía, del gemelo para abajo, me vine para acá para la casa, vomitaba del dolor. Era muchísimo y al otro día el día lunes me buscó mi papá y fuimos al Regional de acá de Luján y bueno ahí se dieron cuenta de que no tenía sensibilidad”, relató.

Me pinchaban con aguja los dedos del pie, lo tenía como marmolado, como morado y amarillo” contó Candela. Algunos meses atrás antes de esta situación, la joven de 21 años se había contagiado de Covid, “yo no sabía que era por Covid, no había presentado síntomas y no había contagiado a nadie, ósea lo mío era como que no entendíamos”.

En ese momento la internaron y le hicieron una cirugía. “Me hicieron una arteriografía y se dan cuenta de que no tenía circulación en ninguna de las dos piernas, tenía las arterias como una persona grande y estaban calcificadas”.

“Primero me amputaron la pierna izquierda y después la derecha. Era la única opción porque a mis papás le avisaron el lunes que me iban a cortar el pie y el martes cuando yo entro a cirugía ya tuvieron que cortar arriba la rodilla porque eso iba comiendo y era rapidísimo. Mi papá entró y me dice: mañana te lo van a cortar. En el momento me reí, después me largué a llorar. Lo único que quería era dejar de sufrir”, recordó Candela.

Su historia no terminó ahí, ya que comenzó a sufrir el síndrome del miembro fantasma. “Hasta el día de hoy, hace más de 3 años, sigo sintiendo mis pies, mis dedos, en mi cabeza sigue existiendo todo. Entonces a veces camino mucho y me dan calambres en el gemelo que no está, pero lo siento”.

Una de las partes más difíciles para ella fue acostumbrarse a que le dolía algo que no tenía. En lugar de sus piernas tenía dos prótesis. Candela empezó la rehabilitación, “salía caminando por el barrio con andador y con esas prótesis que era imposible caminar porque estaban trabadas y yo salía igual porque yo quería caminar. Esa era la forma con muchas ganas y con mucho esfuerzo. Me encesta mucho, son pesadas las prótesis, pero me acostumbré”.

Durante la segunda amputación estuvo muerta 4 minutos. “Se me explotó un vaso de una arteria y perdí muchísimos litros de sangre, eso, previo a la amputación. Yo había salido de un bypass y tengo heridas en la ingle y una de esas heridas se abrió y yo estaba anti coagulada en ese momento y empecé a perder sangre, me desvanecí y estuve muerta. Me pasaron adrenalina, me hicieron RCP y bueno, me revivieron”, recordó.

Agradezco a dios. Ahora estoy cursando en la universidad de Mendoza y voy todas las mañanas los miércoles y los viernes. Voy a fisioterapia y los demás días doy clases particulares” relató un poco de cómo es su presente.

Además, contó que escribió un libro de la situación que le tocó atravesar. “Esculpirse” se llama y eligió ese nombre porque es por una conversación que tuvo con su primo Nico. “Un día yo estaba enojada con lo que me había pasado y él vino y nos pusimos a hablar. Ahí me dice: a vos te esculpieron. Yo  le digo qué es eso y me dice es que te saquen a la fuerza lo que no necesitas”.

A agregó “vos No necesitabas tus piernas, pero cuando te des cuenta vas a entender mucho y vas a dejar de sufrir por esto. Y así fue”. Espera que el libro se publique para fines de este 2024. “Yo siempre digo que si antes me hubieran dicho que era fuerte no lo creía y ahora es la única palabra con la que me puedo definir porque sin fuerza no se logra nada de lo que he hecho y he hecho un montón”.

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