Almuerzo gasolero

Almuerzo gasolero: descubrí todos los secretos para hacer las papas fritas más crocantes y deliciosas

Con pocos ingredientes y algunos trucos sencillos, podés lograr las papas fritas más crocantes y sabrosas en casa.

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Redacción ElNueve.com
1 de septiembre de 2024 | 12:58

No hay nada como el sonido crujiente de una papa frita bien hecha, ese placer que parece sacado de un restaurante de lujo, pero que podés replicar en casa sin esfuerzo.

Para muchos, lograr papas fritas crocantes y deliciosas puede parecer un desafío, pero con un par de secretos bien guardados, cualquier cocina puede convertirse en un templo de la fritura perfecta.

En estos tiempos, donde buscamos disfrutar de una buena comida sin gastar de más, unas papas fritas caseras bien logradas son la opción ideal para un almuerzo gasolero que no sacrifica ni un poco de sabor.

Todos los secretos para hacer las papas fritas más crujientes y deliciosas

No todas las papas son iguales cuando se trata de freír. Las papas con alto contenido de almidón, como las variedades Russet o las papas blancas, son las mejores para conseguir esa textura crocante por fuera y suave por dentro.

Si podés, evitá las papas nuevas, que suelen tener más agua y pueden hacer que tus papas fritas queden blandas.

Para unas papas fritas perfectas, el grosor del corte es clave. Cortamos las papas en tiras uniformes, de unos 6 a 8 mm de grosor. Si las hacemos muy finas, se dorarán demasiado rápido y no lograremos la textura ideal; si son muy gruesas, el interior puede quedar crudo.

Una vez que tengamos las papas cortadas, es importante que las remojemos en agua fría durante al menos 30 minutos. Este paso ayuda a eliminar el exceso de almidón y hace que las papas se frían de manera más uniforme.

Después del remojo, tenemos que asegurarnos de secarlas bien con un paño limpio o papel absorbente para evitar que el agua genere salpicaduras peligrosas al entrar en contacto con el aceite caliente.

El aceite debe estar a unos 160-180°C para que las papas se frían de manera uniforme y absorban la menor cantidad de grasa posible. Si el aceite está demasiado frío, las papas absorberán demasiado aceite y quedarán empapadas; si está demasiado caliente, se dorarán por fuera demasiado rápido y quedarán crudas por dentro.

Tipo para saber si la temperatura del aceite es la correcta: tirá un pedacito de pan al aceite y si empieza a burbujear inmediatamente, está listo.

Primero freímos las papas durante unos 4-5 minutos a una temperatura más baja, unos 140°C. Las retiramos y dejamos que se enfríen un poco. Luego, subimos la temperatura del aceite a 180°C y volvemos a freírlas hasta que estén doradas y crujientes. Esta técnica asegura que las papas estén cocidas por dentro y crocantes por fuera.

Salamos las papas inmediatamente después de sacarlas del aceite, cuando todavía están calientes, para que la sal se adhiera bien.

 

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