La crisis económica en Argentina está haciendo que muchas familias no logren llegar a fin de mes. Los ingresos de los hogares no son suficientes para cubrir las necesidades básicas, lo que está generando un nivel de incertidumbre y preocupación sin precedentes. Las familias deben hacer malabares con sus presupuestos para intentar cubrir los gastos, y aun así, muchas veces no es suficiente.
Uno de los aspectos más afectados es la nutrición. En muchos casos, la alimentación ha quedado relegada debido a la falta de recursos. Las familias optan por alimentos más baratos y menos nutritivos para estirar el presupuesto, lo que puede tener consecuencias graves a largo plazo en la salud, especialmente de los niños y adultos mayores.
A pesar de que la inflación en abril fue del 8,8%, una cifra que representa una leve baja, la economía sigue sin repuntar debido a los salarios extremadamente bajos que no se adecuan a las circunstancias económicas actuales. Los sueldos no han crecido al mismo ritmo que los precios, lo que provoca que el poder adquisitivo de los trabajadores siga disminuyendo, afectando directamente su calidad de vida.
500 gramos de espinaca (puede sustituirse por acelga u hojas de remolacha)
2 huevos
1 taza de harina
1/2 taza de leche
1 diente de ajo (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Aceite para freír
Lavar bien la espinaca (o la verdura elegida) y escurrirla.
Cocinar la espinaca en agua hirviendo durante unos minutos hasta que esté tierna. Luego, escurrir y picar finamente.
En un bol, batir los huevos y agregar la harina y la leche, mezclando hasta obtener una masa.
Añadir la espinaca picada a la mezcla. Si se desea, agregar un diente de ajo picado finamente para dar más sabor. Salpimentar al gusto.
Calentar aceite en una sartén a fuego medio.
Con una cuchara, tomar porciones de la mezcla y freírlas en el aceite caliente hasta que estén doradas por ambos lados.
Retirar los buñuelos y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir calientes y disfrutar.
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