Al final sucedió, lo que parecía imposible se dio, para Messi y para los 45 millones de argentinos que esperaban una alegría, una que tardó 36 años en llegar pero que lo hizo y llegó para darle una alegría y esperanza a todo un pueblo.
La final fue con el cuco, con Francia de Mbape, pero ni eso pudo con la Scaloneta. En un infartante partido que incluso nos llenó a lo penales, Argentina se consagró campeona del mundo de fútbol.
En un primer tiempo para grabar y mirar una mil veces más, con un primer gol de penal de Messi comenzaba a escribirse todo esto. Apenas iban 22 minutos, Ousmane Dembélé le hizo una falta a Ángel di María en el área y el árbitro polaco Szymon Marciniak no dudó en cobrar penal para Argentina. El capitán tomó la pelota y lució su efectividad cambiando la pena máximo por gol. Y así se abrió el marcador en la final de la Copa del Mundo.
Luego , llegaría otro liberado grito gracias a un bombazo de Ángel Di María. Argentina acariciaba la copa. Pero como dice el tango Naranjo en Flor, "primero hay que saber sufrir"... y así fue. Del pie de Kylian Mbappé marcó los dos posteriores goles en el segundo tiempo que llevarían el partido al alargue. Fue una ráfaga, en el minuto 80 y 81 que casi hizo infartar a los 45 millones de almas albicelestes.
El camino a la copa se hacía cuesta arriba conforma pasaban los minutos. En el alargue, Messi, nuestro Messias, consiguió hacernos ilusionar. En un jugada con suspenso, que incluyó consulta con el VAR, Lionel Messi convirtió el tercer gol de la Selección argentina en la final del Mundial Qatar 2022 ante Francia para establecer el 3 a 2 parcial a los 5 minutos del segundo tiempo extra. Lautaro Martínez remató al arco, el arquero Hugo Lloris dio rebote y el capitán la empujó al arco. Jules Koundé intentó rechazarla, pero la pelota ya había cruzado la línea.
Parecía broma pero no. Francia salió con todo y lo volvió a empatar. Otra vez Mbappé intentaba robarle a Messi y su equipo la ilusión.
Llegó el momento temido de los penales. Y ahí, la figura del Dibu Martínez, se agigantaba. Pero con esa seguridad en las manos del arquero, la misma que tuvieron Messi, Dybala, Paredes y Gonzalo Montiel que anotó el gol del título, Argentina, la Argentina de Lionel Scaloni, la Argentina de Lionel Messi se consagraba campeona del mundo.
Un camino duro
El camino de la Selección en este Mundial no fue fácil, comenzó con la derrota más inesperada de toda la Copa del Mundo, una derrota con Arabia Saudita a priori, el equipo que todos querían enfrentar.
Pero luego, cuando muchos dudaban, vino la victoria con México, 2 a 0 y a soñar de nuevo. Contra Polonia, fue un trámite, 2 a 0 de nuevo y a Octavos primero de grupo.
Después el partido más difícil, Países Bajos y Van Gall. El 2 a 2 injusto y Dibu "¿cuándo no Dibu?" atajando dos penales. Quedó inmortalizada la frase ¿Qué mirá bobo? y Argentina tuvo más compañía.
La "abuela la la la" ya era cábala, las "brujas" de Twitter y todos los tarotistas con las energías en la Scaloneta.
Eso se sintió, contra Croacia, salió lo mejor de Argentina, 3 a 0 y la final contra Francia.
La Final que todos temían y que terminó siendo un paso más para la Scaloneta y la tercera Copa del Mundo de Argentina.
Argentina volvió a ser campeón después de 36 años en 186. Esa vez, con Diego Armando Maradona como estandarte y ahora con Lionel Messi. Los mejores del Mundo a servicio de la Selección y de los 45 millones de argentinos.
La historia de Argentina y los Mundiales tuvo su primer gran climax en 1978, cuando fuimos locales y detrás de otro arquerazo, el Pato Filliol ¿parecido al Dibu? y del gran Mario Alberto Kempes.
Este equipo, que se embanderó detrás de Lionel Messi, estuvo rodeado de héroes silenciosos. Julián Álvarez quien con sus corridas y goles conmovió a todos, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister quienes se pusieron el traje de gala y con pocos partidos en la Selección se comportaron como históricos con miles de partidos en el lomo.
El Dibu Martínez siempre seguro, parte de la ya conocida columna vertebral del equipo. El que siempre está. La seguridad de contar con uno de los mejores arqueros del Mundo.
Este mundial fue una confirmación de la mejor dupla central del Mundial, Cuti Romero y Nicolás Otamendi, dos murallas en el fondo, calidad y garra al servicio de Messi y compañía.
Los laterales en Qatar demostraron que están para los más grandes de Europa, Nahuel Molina corrida, gol y garra, Nicolás Tagliafico, Marcos Acuña y Gonzalo Montiel, muy parejos y cumpliendo con lo que la Selección exigía.
Una mención aparte para el "motor" de la Selección, Rodrigo De Paul, el incansable, el que juega con el cuchillo entre los dientes, el alma del equipo, el que cuidó a Messi y una estrella de la Scaloneta.
Finalmente se le cumplió, al pibe que rechazó a España por sus colores, por Rosario, por su familia. El que se quedó en el banco en el 2006 y el que la miró con ganas en el 2014, el mejor del Mundo, el mejor embajador de Argentina, lo logró es Campeón del Mundo.
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