Alfredo Cornejo tuvo su “supermartes” en la Legislatura. Los senadores díscolos dieron quórum al oficialismo y aunque repartieron sus votos, la ampliación de la Suprema Corte recibió media sanción.
El proyecto pasó a Diputados, pero en última instancia será la Cámara Alta la que tiene que votar a los candidatos al máximo tribunal. No hizo falta llegar hasta la última instancia y en la primera sesión especial el oficialismo logró dar tratamiento a la ampliación de la corte.
Los radicales disidentes, Raúl Ferrer y Walter Soto habían anticipado que darían quórum, por lo que todas las fuerzas políticas para debatir en el recinto. A la hora de levantar la mano, Ferrer y Soto se separaron, dando al proyecto un voto por la aprobación y otro por el rechazo.
Finalmente, la votación terminó con 20 votos a favor y 14 en contra. Mientras que desde el oficialismo defendieron el proyecto, cuyo objetivo es ordenar y dar celeridad a la justicia, para la oposición la iniciativa tiene un trasfondo político y no resuelve el problema de las demoras en los tribunales provinciales.
El proyecto pasó a diputados y podría ser tratado la próxima semana. En la Cámara Baja, el oficialismo también contaría con los números para alcanzar el quórum y luego con sus aliados lograría la sanción definitiva.
La idea es ampliar de 7 a 9 el número de miembros de la Suprema Corte para así dividir la Cámara Laboral y Penal, configurando 3 cámaras junto a la comercial-administrativa, pudiendo el presidente del Tribunal ser parte en una de ellas.
También en esta sesión del “supermartes” se dio sanción definitiva a los proyecto de Avalúo e Impositiva (20 a favor y 13 en contra).