En el marco del día mundial del cáncer de próstata, sensibilizar a la sociedad respecto a los exámenes para un diagnóstico certero, resulta vital.
Existen determinados exámenes que debido a prejuicios, miedos o desconocimientos, se van dejando de lado hasta que eclosionan en algo mucho más complejo. Y es allí el momento, en donde recién prestamos real atención a la situación.
Por ello, la información profesional respecto a temas como el cáncer de próstata es una herramienta fundamental, para desterrar mitos, disminuir ansiedades y realizar los estudios médicos en tiempo y forma.
El urólogo Pablo Valentini dialogó en Cada Día, acerca de los síntomas, edades, controles y diagnóstico respecto al tema.
Pasos a seguir si se confirma el diagnóstico
Según detalló en una publicación reciente, Federico Losco, oncólogo clínico de la Unidad de Uro Oncología del Instituto Alexander Fleming en Buenos Aires,“generalmente, el diagnóstico se confirma con una biopsia, una vez confirmado se procede a conocer la situación de la enfermedad, lo que llamamos estadificación. Para ello solicitamos una serie de estudios complementarios por imágenes y laboratorio. Revisar y conocer al paciente y sus deseos es importante para decidir la mejor estrategia de manejo”.
Para su colega Juan Sade, “junto con el diagnóstico se debe buscar la atención de equipos especializados en esta patología, idealmente multidisciplinarios y en centros académicos”. A nivel global, la tasa de remisión es del 80% en aquellos pacientes con tumores localizados. En pacientes con la enfermedad diseminada, luego del tratamiento inicial existen múltiples secuencias de tratamientos para prolongar y mejorar la calidad de vida
Controles libres de prejuicios
Culturalmente, los hombres van menos al médico que las mujeres y existe cierto miedo o tabú alrededor del chequeo en sí, pero es importante que el paciente vaya el urólogo y conversen, para juntos evaluar qué exámenes son necesarios.
Los controles de acuerdo a lo pautado con el profesional pueden ser: la prueba de sangre para detectar el antígeno prostático específico (PSA), ecografía o tacto rectal. Éste último, en caso de que sea necesario, aunque mínimamente invasivo, si bien puede generar una mínima incomodidad, es altamente beneficioso si ayuda a diagnosticar a tiempo un cáncer y, por ende, a salvar la vida de la persona.