Cómo impacta la pobreza en la educación de los más jóvenes

Un reciente estudio del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) revela que a medida que aumentan los niveles de pobreza en una familia, se incrementan también las probabilidades de que un estudiante no complete la secundaria ni siga una carrera universitaria.

El informe titulado "Jóvenes Universitarios. Diferencias en el acceso a los estudios universitarios según características personales y regionales. 2010 y 2023" se basa en datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC del tercer trimestre de 2023. Según el estudio, la pobreza es un factor determinante que dificulta la finalización de los estudios secundarios y el acceso a la educación superior.

Impacto de la Pobreza en la Educación

El estudio muestra que, en los últimos 13 años, el porcentaje de jóvenes que no terminan la secundaria ha disminuido, pasando del 46,5% en 2010 al 32,7% en 2023. Sin embargo, todavía uno de cada cuatro o cinco jóvenes que acceden a la universidad no logran finalizar sus estudios.

La situación económica de las familias es clave para el acceso a la educación. En hogares no pobres, solo el 22,1% de los jóvenes no terminan el secundario y el 42,6% cursan estudios superiores. En contraste, en hogares pobres, más del 40% no terminan el secundario y alrededor del 25% abandonan la universidad. En hogares indigentes, solo el 23,5% accede a estudios superiores.

No finalizó el secundario

• Indigente 48,4%
• Pobre 43,2%
• No pobre 22,1%

Cursa carrera universitaria

• Indigente 23,5%
• Pobre 28,3%
• No pobre 42,6%

Influencia del Nivel Educativo del Jefe de Hogar

El nivel educativo del jefe de hogar también juega un papel crucial, ya que se observa una tendencia a la reproducción de la situación y, por otra parte, se evidencian las dificultades de concreción del ascenso social a través de la educación. 

Casi la mitad de los chicos que viven en un hogar donde el jefe de familia no finalizó el secundario, tampoco lo hacen: apenas un 29% lo termina. A la vez, solo un 22,1% ingresa a la universidad.

En cambio, en hogares donde el jefe completó el secundario, el porcentaje de jóvenes que no finalizan ese nivel de estudios se reduce al 20,6%, y en aquellos con jefes que tienen estudios universitarios, esta cifra baja al 13%.