Un adolescente, de 14 años, decidió terminar su vida luego de que su perro fuera sacrificado. Seb Morris no pudo soportar la pérdida y se colgó en su habitación; luego, el menor fue hallado por su madre, Claire.
Una semana antes de la muerte de Morris, la familia tuvo que llevar a la mascota al veterinario para que muriera, pues padecía de una condición que no iba a mejorar. Tilly, el perrito, fue enterrado en el jardín de su hogar en Somerset, Inglaterra.
Claire detalló en dialogo con el portal británico Daily Mail que el adolescente estaba devastado tras el fallecimiento de su perro. El animal llevaba diez años en la familia.
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Siete días después de la muerte de Tilly, la madre del joven llevó a sus dos hijas menores a una fiesta y dejó a su hijo en casa, pero cuando regresó, lo encontró colgado de la puerta de su habitación. Rápidamente ella intentó reanimarlo mientras el padrastro de Seb llamaba una ambulancia, aunque ya era demasiado tarde.
Durante la investigación se descubrió que Seb había intentado suicidarse en dos ocasiones con una sobredosis de paracetamol y que había hablado en varias ocasiones sobre la posibilidad de quitarse la vida.
“Era muy popular y tenía muchos amigos. Era inteligente y pudo haber llegado muy lejos”, dijo Paul Few, el padrastro del joven. En tanto Claire también señaló que era un chico muy querido por sus amigos y familia.
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