Un incidente alarmante sacudió la campaña presidencial de Donald Trump cuando se escucharon disparos durante su discurso en Butler, Pensilvania.
Trump, que llevaba una gorra roja con el lema “Make America Great Again”, estaba hablando a una multitud cuando repentinamente se llevó la mano a la oreja y se agachó.
Inmediatamente, varios agentes del Servicio Secreto se apresuraron a protegerlo, cubriéndolo y escoltándolo fuera del escenario.
Segundos después, el exmandatario se levantó y abandonó el lugar rodeado por su equipo de seguridad, mientras su caravana partía rápidamente.
El Servicio Secreto declaró el área como “escena del crimen” y procedió a evacuar a los presentes.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes republicano confirmó que Trump está a salvo y que se han intensificado las medidas de seguridad a su alrededor.
Este incidente ocurre en un contexto de intensa competencia electoral entre Trump y el actual presidente Joe Biden, con encuestas como la de Reuters/Ipsos mostrando un empate entre ambos. Biden ha enfrentado críticas dentro de su propio partido tras un mal desempeño en un reciente debate contra Trump.
Trump, quien fue presidente de 2017 a 2021, aseguró fácilmente la nominación republicana al inicio de su campaña, consolidando el apoyo del partido que había mostrado dudas tras el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando sus seguidores intentaron revertir su derrota electoral.