El expresidente de Bolivia, Evo Morales, está siendo investigado por la presunta violación de una menor de 15 años durante su mandato, así como por trata de personas, según reveló el gobierno de Luis Arce. Estas acusaciones provocan una nueva crisis política en el país, donde Morales aún tiene una amplia base de seguidores.
La fiscal del departamento de Tarija, Sandra Gutiérrez, quien encabezaba la investigación, fue destituida tras emitir una orden de captura contra Morales. Según Gutiérrez, el fiscal general Juan Lanchipa firmó su destitución después de que una jueza de Santa Cruz anuló la orden de aprehensión. Gutiérrez afirmó que no renunció, pero que fue relevada de su cargo.
Por su parte, el ministro de Justicia, César Siles, confirmó que la investigación contra Morales incluye cargos de violación y que la víctima habría dado a luz a una niña, cuyo certificado de nacimiento reconoce a Morales como el padre. "Estamos ante delitos graves que buscan quedar en la impunidad", dijo Siles en una conferencia de prensa, añadiendo que la investigación sigue en curso.
Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, no ha respondido directamente a estas acusaciones, pero publicó en sus redes sociales que no tiene miedo y que ha sido perseguido por diversos gobiernos. El líder indígena se encuentra en una disputa política con Luis Arce, su exministro de Economía, de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
Ante las tensiones, seguidores de Morales en la región del Chapare, donde él mantiene gran influencia, se han movilizado para protegerlo, según declaraciones de su exministro Carlos Romero. No obstante, aún no se ha aclarado cuál será el curso de la investigación ni si se emitirán nuevas órdenes judiciales en su contra.
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