Cada 21 de noviembre se celebra el Día Nacional de la Enfermería en la República Argentina. Esta fecha recuerda la fundación de la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería, el primer organismo en el país en nuclear a los colaboradores de esta especialidad. Por eso, para saludar a quienes ejercen cada día esta labor, te acercamos la historia de Lourdes quien se ha convertido en una referente de Mendoza hace más de 19 años. 

Lourdes Laurin es enfermera, además es jefa del Departamento de Enfermería del Hospital Humberto Notti y tiene a cargo un enorme equipo de 560 profesionales. El desafío de siempre es brindarse al máximo para cientos de niños y niñas.

“Mucho tiempo de mi vida, mucha dedicación, es mi segundo hogar, comparto mucho tiempo con el personal. Hoy por hoy, desde la gestión, pero desde los inicios trabajando al lado del paciente”, son algunas de las palabras con las que Lourdes describe su vocación.

Una sola pregunta:¿qué significa ser enfermera para vos? Los ojos se le llenan de emoción y contesta: “significa haber un compromiso, el pertenecer y el tener pasión por una profesión tan comprometida en lo que es el cuidado de la persona y en esta etapa del ciclo vital no que es la niñez. La verdad que el personal que trabaja acá día a día yo los represento a ellos, pero sinceramente para mí es un orgullo contar con profesionales de la enfermería con este tipo de calidad humana”.

La enfermera que ejerce hace más de 19 años destacó que en “cualquier hospital o clínica los enfermeros son el primer contacto con los pacientes heridos o enfermos, pero además cumplen una función de contención muy importante”.

Ser enfermero, una profesión que trabaja todos los días del año, sin importar horarios, ya que las 24 horas del día se pasan las novedades de turno a turno a fin de dejar cubierto todas las necesidades de los pacientes.

Los enfermeros del Notti atienden por turno cada día entre 200 y 700 pacientes, de acuerdo a la época del año. Siempre están en los buenos y en los malos momentos, “desde la etapa más feliz, quizás como es el nacimiento y la llegada del ser humano a la vida, pero también estamos en etapas que son irreversibles como es la etapa de fin de vida, el enfermero lo acompaña hasta el último momento y no solamente al paciente, sino también a la familia”.

Desde cumpleaños, hasta las fiestas de fin de año, son algunas de las fechas especiales que los profesionales pasan dentro de las guardias de los hospitales. Sin embargo, hay días que quedan marcados e historias que son difíciles de olvidar. 

“Una ex paciente que estuvo en una situación muy crítica y muy difícil de vida. Nunca me olvido del día de que en las escaleras encontré a la madre de la paciente muy mal, muy angustiada, muy triste, su hija estaba muy grave. Y te transmite de cierta manera su angustia y uno viste con fortaleza trata de decir tenga fe, ella va a estar bien, va a salir adelante. En ese momento la niña tenía 5 años y hace dos semanas me llegó la invitación de que la nena cumple 15 años. Entonces la madre agradecida y el cariño de decir te invito a la fiesta de 15 años de mi hija. Es sumamente gratificante”, cerró la enfermera.