La Cámara de Diputados de la Nación aprobó este miércoles la suspensión del cargo del legislador del Frente para la Victoria y ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido por 176 votos a favor y ninguno en contra. Además hubo 79 ausentes y una abstención.
El desafuero fue aprobado por el oficialismo, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda, entre otros, luego de dos horas y 20 minutos de debate en el recinto.
Aunque esta misma mañana el Frente para la Victoria anunció que no iba a bajar a participar de la sesión, la legisladora María Eugenia Soria bajó a último momento y acompañó la quita de fueros al ex ministro de Planificación Federal.
SE APROBÓ 👉🏽La quita de fueros al diputado Julio De Vido.
— Diputados Argentina (@DiputadosAR) 25 de octubre de 2017
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Sobre De Vido pesan dos pedidos de detención, uno efectuado por el juez federal Luis Rodríguez en la causa por supuesta malversación de fondos en la mina de Río Turbio.
El otro fue hecho por el magistrado Claudio Bonadio en la investigación por presuntos sobreprecios en la compra de gas licuado natural.
Desde esta mañana Gendarmería está apostada en la puerta de la casa de De Vido esperando la decisión de Diputados para detenerlo, pero el ex ministro no estaba en su domicilio.
Cuando luego de la votación en la Cámara de Diputados un contingente de Gendarmería se presentó en el departamento que el ex Ministro tiene en la avenida Libertador y Coronel Díaz, De Vido ya se encontraba camino a Comodoro Py en un auto.
Rodeados de decenas de curiosos que se acercaron a la puerta del edificio en medio de festejos y celebraciones por la decisión de los Diputados, los gendarmes estuvieron un buen rato dentro del edificio, hasta que finalmente se retiraron con las manos vacías.
Esto sucedió porque De Vido se fue de su departamento en un auto, con destino a Comodoro Py, donde finalmente llegó pasadas las tres de la tarde. El ex Ministro entró a los tribunales federales por el Ala Río del edificio al grito de "mándenle champagne a la doctora Carrió".
En el cuarto piso, que está cerrado y custodiado por la Policía Federal, él y sus dos abogados, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro fue recibido por el juez Luis Rodríguez, quien tiene a cargo una de las investigaciones que lo llevaron a la cárcel.