Los Genco – Briones planearon un viaje de ensueño. Con tiempo y mucho esfuerzo lograron sacar 15 pasajes y estadía en un hotel de Punta Cana. En el regreso, un desperfecto en un aeropuerto los llevó a la peor pesadilla: horas en tránsito, casi sin comida y sin saber cómo regresaban.
En el contexto económico argentino, la familia Genco – Briones logró con tiempo y dedicación, planear un viaje de ensueño para 15 personas. Estaban todos, hermanos, padres y por supuesto los niños, quienes eran los que más tenían que disfrutar lo que en un principio fue en un sueño pero que terminó como la peor pesadilla.
El viaje que comenzó a fines de mayo, fue como lo planeado, con escalas cortas porque viajaban adultos mayores, con problemas como diabetes y arritmias, y también por los chicos. Estos eran los destinos: Mendoza – Lima -Punta Cana.
Así fue de ida, luego el viaje hermoso y al fin el domingo 2 de junio era el regreso. Vuelta que se transformó en una película de terror. El avión que salió de Punta Cana y debía parar en Lima, no lo hizo. El aeropuerto peruano funcionaba mal, no tenía luces para que aterrizara el avión y por ello el piloto decidió aterrizar en Ecuador.
Una vez en Quito, comenzó la desidia. Sin información un domingo por la noche y con la noticia que la empresa que habían contratado no operaba en ese país, esta familia quedó prácticamente desamparada. “Nos la pasamos durmiendo en el piso en Tránsito”, señaló Antonela, una de las organizadoras del viaje y reconocida tatuadora de Mendoza. En ese aeropuerto no eran los único, tres vuelos fueron derivados y el caos era total.
El lunes a la madrugada consiguen que desde la aerolínea le contesten. “Nos querían hacer salir de Tránsito, pero comprobamos que íbamos a quedar sin algún tipo de protección y por nuestra cuenta. No teníamos el dinero para comprar otros pasajes y decidimos quedarnos. Después de unas horas nos prometen un vuelo a Lima y nos invitan a dirigirnos a un hotel”, aclaró la joven damnificada.
A media mañana, trasladan a toda la familia la hotel, a las horas, los hacen salir y volver al aeropuerto. Supuestamente tenían una avión asignado pero comprobaron que fue porque la aerolínea no quiso pagar un día más.
Entonces vuelta a estar varados en el aeropuerto de Quito. Consiguen un voucher de 10 dólares cada uno para comer, con ese importe no podían comprar ni una gaseosa. En el medio, había mucha gente en el lugar, entre ellos, embarazadas, niños y adultos mayores, lo que hacía la situación muy tensa. Finalmente a las horas logran salir de Ecuador con destino a Lima.
En Perú, la cosa no fue diferente. El caos reinaba en el aeropuerto y los mensajes de la compañía eran los mismos: “Compren vuelos si quieren salir”. Esta familia había gastado todo en su viaje y no podían hacerlo, así que se tuvieron que organizar: unos cuidaban a los niños y otros tramitaban alguna manera de volver al país.
La comunicación con familiares y la difusión del problema en Redes Sociales fue fundamental para ir consiguiendo algunos vuelos y así volver a la provincia.
Luego de varias “negociaciones” logran hacer noche en Lima, un integrante de la familia ya angustiado por demás con dolores en el pecho. El martes le asignan un vuelo a Buenos Aires, se desayunan que todo lo que consumieron en el hotel lo debían pagar y luego de abonarlo, volvieron al aeropuerto para ir a Ezeiza.
En Buenos Aires, lograron un vuelo a Chile. En el país trasandino la cosa mejoró, ya había un plan, la presión que generaron en Redes Sociales surtió efecto. Durmieron en un hotel y este miércoles salió un vuelo hacia Mendoza. Un avión para 250 pasajeros con solo 27.
Pero cuando llegaron a Mendoza, siguieron los problemas, valijas rotas y una perdida. Por lo menos, se terminó el calvario y los 5 vuelos en 72 horas.