Mendoza

El "aguantadero" en Guaymallén que está a punto de derrumbarse: quiénes se oponen a que lo tiren

Vecinos aseguraron que delincuentes los usan de aguantadero para delinquir en la zona y lo prendieron fuego. Está que ya se cae, pero no pueden demolerlo. Piden que los menores no se acerquen.

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Redacción ElNueve.com
9 de septiembre de 2024 | 12:00

La semana pasada, otra vez, los vecinos del barrio Jardín del Sol en Guaymallén, se cansaron de la inseguridad y tomaron medidas por motus propio. Prendieron fuego un edificio abandonado que ellos denuncian como un aguatadero. Dicen que malvivientes usurpan el lugar y allí se ejerce la prostitución y ventas de dogas. No solo eso, sino que también las personas que allí se resguardan robarían en las zonas aledañas. Hartos de esto, la semana pasada los vecinos prendieron fuego el edificio. 

"Es en un edificio del IPV de 12 departamentos donde surge una explosión en el año 2017 que dejó la estructura muy dañada. Desde la municipalidad hemos trabajado desde el primer momento y se decretó el riesgo a través del municipio", afirmó el subdirector de Obras Privadas, ingeniero Ricardo Camps, ante la creciente preocupación de los vecinos del barrio Jardín del Sol en Guaymallén.

La situación del edificio empeoró con el tiempo. Según Camps, la municipalidad clasifica como "riesgo uno" las construcciones en inminente peligro de derrumbe, y este caso no es la excepción. "Este problema se dilató porque se trata de una propiedad privada, con 12 propietarios que en su momento intentaron plantear una solución, pero nunca se presentó un proyecto concreto. Con el paso del tiempo, la estructura se debilitó aún más", explicó el ingeniero.

A pesar de las múltiples notificaciones y la intervención del municipio, los propietarios no proponen un plan de reparación. El municipio ya ha intimado a los dueños a través de notificaciones legales y del boletín oficial, pero no se ha obtenido respuesta.

La gota que rebalsó el vaso 

La tensión en el barrio aumentó la semana pasada, cuando un grupo de vecinos, hartos de la inseguridad, decidió prender fuego el edificio abandonado. Los residentes afirman que el lugar fue usurpado por personas vinculadas a delitos como robos y prostitución, lo que transformó al edificio en un "aguantadero".

El miércoles por la noche, alrededor de 60 vecinos del barrio decidieron desalojar por la fuerza el lugar y prender fuego una parte de la estructura. "Comprendo el enojo y la preocupación de los vecinos", dijo Camps, pero insistió en pedir calma. "La municipalidad ha vallado la zona para evitar que alguien se acerque al edificio, ya que en los últimos días ha sufrido incendios, lo que debilitó aún más la estructura", advirtió, y subrayó la importancia de que los menores no se acerquen al lugar.

Camps también mencionó que el intendente, Marcos Calvente, está al tanto de la situación y ha encomendado realizar la demolición con urgencia, dada la proximidad de viviendas y la complejidad del procedimiento. "Será una demolición controlada, realizada por mano de obra calificada, desde arriba hacia abajo y con extremo cuidado", concluyó el subdirector.


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