El pasado domingo el Parque General San Martín fue testigo de trágico accidente. Un colectivo de la empresa 200 chocó contra un árbol. El vehículo se había quedado sin frenos y el chofer decidió tirarse hacia un costado para intentar detener la marcha. Antes de fallecer, le dijo a los pasajeros que él les iba a salvar la vida.
El accidente dejó a un fallecido, el chofer del micro y a 17 personas que iba a bordo heridas. Las víctimas fueron dadas de alta en la noche del domingo y por suerte no hubo que lamentar otra víctima fatal.
Sarris Guzmán, uno de los sobrevivientes, habló con Noticiero 9 y relató como fueron los últimos minutos antes del accidente.
El colectivo paró en las inmediaciones del Estadio Arena Aconcagua y desde ahí siguió su recorrido. Según indicaron desde la empresa, desde ese momento, la unidad ya se había quedado sin frenos. "Si empieza a presentar fallas después de esa parada y él empieza a maniobrar un poco y después nos decía agárrense que me están fallando los frenos", enfatizó y agregó que el chofer comenzó a perder el control por la velocidad que agarró el micro.
"Y listo, no le dio tiempo de nada, hizo lo que pudo", apuntó uno de los pasajeros y aseguró que para él es un héroe, "nos salvó, los voy a salvar, nos dijo". Y agregó “En ese momento te pasan muchas cosas, la familia sabes también la de él, no solamente la de nosotros”.
Guzmán lanzó un mensaje y le pidió a la empresa de colectivos más comodidades para los pasajeros, ya que aseguró que todos los días hay fallas mecánicas en las unidades, que en las horas pico los colectivos van totalmente colapsados.
"Todo el mundo estaba gritando, la señora abrazando a la niña para tratar de salvarle la vida", aseguró. "Tengo la vida", y enfatizó que fue un milagro.
"No sabía como comunicarme, perdí el teléfono, estaba solo en ese momento" contó. "Me quedé en el piso, no me podía mover, el impacto fue muy fuerte".
Héctor Reyman, especialista en accidentología y presidente de la Asociación de Peritos Judiciales, dijo que se está investigando si fue una falla en los frenos lo que causó el siniestro. La unidad había pasado una Revisión Técnica Obligatoria (RTO) en septiembre, con vencimiento en marzo.
No obstante, Reyman aclaró que una RTO “saca una foto del momento,” es decir, no garantiza que el vehículo esté libre de fallas en todo momento del año. “Un vehículo puede salir de una RTO y al día siguiente tener un percance”, sostuvo el especialista, destacando que la revisión periódica sí reduce riesgos, pero no elimina la posibilidad de fallos imprevistos.
Reyman también explicó que los colectivos cuentan con un sistema de frenado secundario llamado "spring brake," que debería activarse automáticamente al perderse la presión neumática, bloqueando las ruedas y deteniendo el vehículo. Sin embargo, en este caso, el freno de emergencia no habría actuado. "Cuando no hay aire, el vehículo en principio no se puede mover; actúa esto trabando las ruedas. Pero aquí, por algún motivo, eso no sucedió," señaló Reyman.
La pendiente en la calle contribuyó a que el colectivo tomara más velocidad. "A alta velocidad, con un vehículo alto y cargado de pasajeros, la maniobra fue sumamente difícil de realizar," precisó Reyman, quien destacó los esfuerzos del chofer por evitar mayores daños.