Ser tu propio jefe puede ser una aventura emocionante, pero también desafiante. Descubrí cómo convertir tu idea en un negocio en desarrollo, y evitar las frustraciones comunes.
Descubrir cómo convertir una idea o sueño en un negocio exitoso, y evitar caer en frustraciones comunes o trampas es un trabajo interno diario para quien decide ser su propio jefe.
Definitivamente se trata de una decisión que requiere pasión, dedicación y una buena dosis de paciencia. Aunque la idea de estar al mando y construir desde cero es muy atractiva, es importante tener en cuenta que el camino no siempre será fácil. Sin embargo, con una planificación adecuada y una mentalidad positiva, podés aumentar tus posibilidades de éxito.
Así lo contó Natalia Mamaní Modal (mujeres empremdedoras, Andes Latina) al sostener que “es fundamental decidir a conciencia antes de arrancar qué quiero hacer, y después de eso no emprender desde la carencia, o lo hago porque ‘necesito más dinero ya’, sino más bien verlo como un sueño o meta a seguir. Es decir tener ese foco claro e ir por ello. Entonces si algo no funciona o no es de golpe exitoso, levantarse y continuar entendiendo que esto es un proceso. Incluso darme cuenta de decir ‘no era por acá’ pero todo es aprendizaje y buscar entonces por qué lugar es. No perder el objetivo es vital”.
¿Cómo encontrar tu nicho de mercado?
Lo primero que debes hacer es identificar qué te apasiona y en qué eres bueno. Reflexiona sobre tus habilidades, conocimientos y experiencias. ¿Qué problemas podés resolver? ¿Qué necesidades podés satisfacer? Al encontrar un nicho de mercado que combine tus pasiones y tus habilidades, vas a estar más motivado y vas a tener más probabilidades de construir un negocio sostenible a largo plazo.
-Se tiende a romantizar el emprendimiento?
Sí, muchas veces se piensa que como sos tu propio jefe todo es más relajado y a tus tiempos, y en realidad no es así, ya que trabajás el doble porque todo depende de vos, y no dejar de lado las redes. Lo que no se ve, no llega.
Consejos para no frustrarse
-Establecé metas claras y realistas: Definí tus objetivos a corto, mediano y largo plazo. Celebrá tus pequeños logros para mantener la motivación.
-Creá un plan de negocios: Un plan de negocios te va a ayudar a visualizar tu empresa, identificar posibles obstáculos y tomar decisiones estratégicas.
-Rodeate de personas positivas: Buscá el apoyo de familiares, amigos y mentores que te inspiren y te ayuden a superar los desafíos.
-Aprendé de tus errores: Los errores son parte del proceso de aprendizaje. Analizá tus fracasos y utilizá lo que has aprendido para mejorar.
-Sé paciente: Construir un negocio exitoso lleva tiempo. No te desanimes si los resultados no son inmediatos.
-Darle tiempo al emprendimiento, ir midiendo qué está sirviendo y qué no.
Tips extras
-Incluí tanto habilidades técnicas como blandas (comunicación, liderazgo, etc.).
-Analizá la demanda de productos o servicios en tu área de interés.
-Identificá a tu competencia. Conocé a tus competidores y descubrí cómo podés diferenciarte.
-Evaluá tu situación financiera: Determiná cuánto dinero puedes invertir en tu negocio y cuáles son tus fuentes de financiamiento.
-Considerá tus valores: Asegurate de que tu negocio esté alineado con tus valores personales.
“Siempre el emprender implica darle tiempo al proceso, y no lanzar algo para ‘salvar mi mes’. Todo necesita tiempo, y si se tienen en cuenta todos los parámetros mencionados, el proceso nos dará buenos resultados”.