A más de cuatro meses de su internación el periodista Jorge Lanata debió ser sometido este miércoles a una nueva intervención quirúrgica. Es la cuarta cirugía en una semana a la que someten al periodista. Su esposa Elba Motenvecchio confesó que “tiene miedo”.

Nuevamente al quirófano: Jorge Lanata cumplió cuatro meses internado y lo volvieron a operar

Jorge Lanata está internado en el Hospital Italiani de la Ciudad de Buenos Aires desde el 14 de junio de esta año. La semana pasada presentó un cuadro de isquemia intestinal, afección en la que se interrumpe el flujo sanguíneo al aparato digestivo, y pone en riesgo la vida del paciente.

Al conductor de Periodismo para todos le sacaron una parte del intestino hace una semana, pero no pudieron unirlo nuevamente por el riesgo que implicaba en su cuadro. Luego, el viernes pasado le realizaron una “reexploración quirúrgica” con el objetivo de ver su evolución y chequear que todo estuviera dentro de lo esperado por los especialistas. En ese procedimiento, los médicos habían considerado que la isquemia no había avanzado y que cicatrizaba bien. Sin embargo, este lunes Lanata volvió a ser intervenido y allí, los profesionales se encontraron con un panorama diferente, razón por la cual volvieron a cortarle parte del intestino y dejaron para hoy el procedimiento de unirlo.

Lo que su esposa dijo

Esta mañana, Elba Marcovecchio, esposa del conductor, se hizo presente en el Italiano y dialogó brevemente con la prensa que monta guardia en el nosocomio del barrio de Almagro. “Pasó la noche estable, que es lo más importante”, aclaró la abogada ante las cámaras de televisión.

Durante el trayecto del estacionamiento a la puerta de ingreso al hospital, Elba fue consultada por el semblante del martes que llamó la atención entre los presentes. “Ayer se te vio acongojada, ¿salió complicado el cuadro?”, le preguntaron. “Qué se yo que decir, está en las mejores manos de Latinoamérica te diría”, respondió esperanzada.

Luego, la abogada aseguró que su marido tenía hora de operación a las 10 de la mañana y aseguró que se trataría de una operación y no de una exploración, como ocurrió en las últimas intervenciones. “Debería ser eso, pero es una decisión de los médicos”, replicó. Y volvió a depositar su confianza en el equipo que cuida de la salud de su marido.

“Está en las mejores manos de Latinoamérica, en el mejor servicio de abdomen, de terapia intensiva. Los médicos tienen esperanza, y los que estamos en oración también”, sentenció. En este punto, le preguntaron por las versiones acerca de que, durante la jornada del martes, la familia del periodista habría solicitado la presencia de un sacerdote para darle la extrema unción, algo que fue negado rotundamente por la abogada. “El capellán del hospital está siempre, pero ayer no lo vi”, respondió. Y antes de ingresar, dejó una frase sobre su estado general. “Yo tengo miedo, nada más, creo que es lo que cualquiera tendría”.