El pan es uno de los alimentos más consumidos en la mesa de los argentinos, desde el desayuno hasta la cena se consume. Sin embargo, en los últimos tiempos, su costo y la promoción de una dieta saludable, lo ponen en jaque. Un kilo alcanza los $1.500, una cifra no muy accesible para muchos.
En este contexto, las harinas integrales ganaron popularidad por sus beneficios nutricionales, a diferencia de las harinas blancas.
Frente a esta situación, hacer pan casero se presenta como una opción rica, saludable y económica para proteger el bolsillo de los consumidores y comer más sano.
Hacerlo es más fácil que comerlo. No usa levadura ni requiere amasado. Solo tenés que integrar los ingredientes húmedos con los secos, lo llevás al horno precalentado a 250 grados y cuando esté cocinado... solo tenés que disfrutarlo.