Una estudiante de Biología Marina reflexiona sobre el accionar de las organizaciones y las personas durante esos dos días en Punta Mogotes.
La muerte de la ballena que había quedado varada en Punta Mogotes despertó la reflexión de Luz Olmedo, una estudiante de Ciencias Biológicas marplatense, y el texto se viralizó en las redes sociales porque es una crítica al accionar de las autoridades y los voluntarios que esos días trabajaron para devolverla al mar.
La ballena estaba desnutrida y tenía una infección generalizada. Para los especialistas una de las posibilidades tras su muerte fue que el mismo animal se acercó a la orilla y encalló para morir, debido a su enfermedad.
“Todos los que estudiamos para esto o incluso aquellos que tienen alguna noción del tema, sabíamos que este animal había varado por algo. Su columna vertebral tan marcada, y los intentos fallidos por devolverla nos estaban diciendo la verdad: había varado para morir. Estaba cansada, enferma y sin ganas de seguir”, escribió la estudiante.
“Aquarium lo sabía, Fauna lo sabía, Defensa Civil lo sabía. La gente no quería aceptar. La respuesta de estos organismos cuando preguntamos por qué seguían insistiendo en salvarla si ellos mismos (biólogos en su mayoría) sabían que no iba a sobrevivir fue que lo hacían por la presión de la gente, porque dejarla morir en paz como merecía implicaba que salieran a escracharlos”.
La estudiante reflexionó tras lo ocurrido y al respecto escribió que “cuesta mucho llegar a la gente y romper con la idea de que morir naturalmente está mal”. En ese sentido, ahondó: “Mucho más que entiendan que en algunos casos, cuanto más se desconoce, más peligrosa y perjudicial puede ser nuestra intervención. El animal murió, y no en paz como debería haber sido”.
Finalmente, la joven insistió en la necesidad de educar. “Enséñenle a sus hijos, sus hermanos, primos, sobrinos que los animales son seres sintientes. Que un animal varado en la costa, no es un espectáculo, no es un show. Es un animal sufriendo y luchando por su vida. Es naturaleza. Si no aprendemos a respetarlos y a cuidarlos nosotros mismos, vamos a perderlos a todos”.
Esta es la carta completa: