Bruno Ríos falleció luego de casi ahogarse en una pileta en Tunuyán y permanecer varios días en terapia intensiva. La donación de sus órganos permitió salvar cinco vidas. Ahora sus familiares escribieron una carta para agradecer a todas las personas que ayudaron al pequeño.
En el escrito, se reconoce el trabajo realizado por cada uno de los profesionales, organismos e instituciones que estuvieron involucrados en la atención del niño desde el primer momento.
“Aún sumidos en un profundo dolor que inmoviliza, no podemos dejar de agradecer y destacar el excelente accionar de todos los organismos que trabajaron de manera incansable y coordinada en la atención y tratamiento de nuestro pequeño Bruno Ríos”, inicia la carta, que luego detalla la lista de profesionales que intervinieron con una “calidad humana incomparable”.
También agradecieron en particular a los profesionales del Instituto Coordinador de Ablación e Implante de Mendoza (Incaimen), quienes los guiaron “en el proceso de honrar la premisa del compartir que siempre pregonaba Bruno”.
La carta concluye con el agradecimiento especial hacia familiares y amigos y todos los que “hicieron llegar su solidaridad, oraciones, apoyo y fuerza”; y sobre el final se leé: “Mamá y Papá: 'Qué se dice Bruno' - Bruno: 'Gracias a todos'”.
El pequeño de 4 años falleció el pasado 26 de diciembre, luego de dos semanas de internación en el hospital Notti por haber caído en la pileta de una escuela de verano ubicada en Tunuyán. El diagnóstico indicó que la defunción fue por "muerte cerebral".
La familia decidió donar los órganos de Bruno, hígados, riñones y córneas, el mismo día en que se produjo el fallecimiento. De esta forma salvaron 5 vidas.