La historia de Margarita Lucero: una infancia dolorosa y violenta

Margarita Lucero nació el 1 de abril de 1972, fue la primera hija de seis hermanos, todos vivieron la misma pesadilla: ser criados por padres violentos sin recursos ni educación. “Muchas veces esa falta de la presencia de los padres, del amor más que nada, se hacía mucho más pesado cuando le veía la cara a mis hermanos. Una familia que estuvo siempre, siempre signada por la violencia y también por el abandono, era quedarnos solos sin comida ni protección. Con 6, 7 años no lograba entenderlo. Era salir a buscar lo que había, muchas veces hurgábamos la basura” expresó Margarita.

Y claro, lo único que anhelaba era escapar… y así lo hizo gracias al hombre que la salvó, su esposo. A quien conoció en su propia casa. Margarita Lucero quiso contar con detalles su historia de lucha y superación en un nuevo capítulo de No culpes a la noche, donde se hizo presente junto a sus hijos Nahuel y Paula Videla. Pero también sus hijos políticos: Samuel Pitton y Sol Benítez, quienes tuvieron palabras muy sentidas hacia ella. El programa, además, contó con la participación de la especialista en Educación sexual y abuso: Alejandrina Román.

Paula, su hija, se emocionó con las palabras de agradecimiento hacia su mamá: “Margarita es una súper mamá para mí. Mi amiga y mi compañera en todo. Más allá de toda la violencia que ella sufrió, nunca nosotros tuvimos que ver eso, ni siquiera pasarlo. Tampoco nos hizo sentir desprotegidos en ningún momento”, a lo que Nahuel -su hijo- agregó: “Rescatar que ella nunca tomó la opción de seguir los pasos. Para mí ella se salvó por su parte, nadie la salvó. Capaz que sí la apoyamos pero la opción de estudiar la adoptó ella… de ir, rendir. Es un ejemplo de buena persona, no pide nada a cambio”.

Pero Samuel, quien le dio el impulso necesario para finalmente estudiar, también quiso brindar cariñosamente unas palabras a quien considera una amiga: “Siempre está ahí para ayudarte en las decisiones que tomas. Ella vela todo el tiempo por la felicidad de uno. Ella ve que flaqueas o no te animas y te da el empujón”. Orgullo es lo que también siente Sol, quien con lágrimas en los ojos manifestó: “A mí siempre me ha tratado como una hija, nunca me ha hecho faltar nada. Siempre me abrió las puertas de su casa, siempre me recibió muy bien”.

No hay dudas, el mundo de la educación es infinito y Margarita es la prueba viviente de que “más vale tarde que nunca”.

Reviví la entrevista completa en el siguiente enlace: