La joven que le cortó los genitales a su pareja en Córdoba escribió una carta para ofrecer su postura sobre lo que pasó a fines de noviembre.
Micaela Barattini (26) escribió su descargo desde la cárcel de Bouwer, Córdoba, donde se encuentra detenida. "No quiero justificarme, porque sé que reaccioné de manera horrible", aclaró
La mujer que le practicó el corte a un hombre con una tijera de podar expresó: "Me sentía oprimida y dije basta", escribió, aunque aclaró que ello "no justifica" su actitud.
La joven, que desde un principio declaró haber reaccionado para evitar una violación por parte de Sergio F., su supuesto amante de 40 años, habló en el texto de violencia de género y remarcó "la necesidad de hablar y no callar la verdad para prevenir".
Barattini reconoció que cometió un error y lo adjudicó a que se bloqueó emocionalmente por la opresión que sentía. "Con esta carta no quiero justificarme, porque sé que reaccioné de una manera horrible, como nunca tendría que haberlo hecho, me sentía oprimida, devastada, vi perjudicada mi carrera, mi vida, mi mente, mis afectos…Llegué a un punto que no di más…y dije basta!", señaló en la carta.
"Sé que hay mucha gente que quizás me comprenda y otros que no, y está bien. Somos todos distintos, y es muy difícil ponerse en el lugar del otro", dijo. Y cuestionó el tratamiento de la prensa en la cobertura del caso: "Lo que me sorprende es la falta de comprensión, la morbosidad y la falta de respeto de los medios de comunicación, argumentando cosas inciertas".
El ataque ocurrió a fines de noviembre pasado en un departamento de la calle Chacabuco al 500, en el barrio Nueva Córdoba de la capital de esa provincia. Tras el hecho, la estudiante de arquitectura oriunda de Chubut declaró ante la fiscal de la causa, Betina Croppi, y dijo que el hombre abusó sexualmente de ella y que por eso lo atacó.
Luego se conoció un dato que complicó su situación procesal. Las búsquedas de Google en su computadora relacionadas a las distintas formas de amputar un miembro masculino, daban cuenta de una premeditación del ataque. También, tenía algunas inscripciones en un cuaderno que llamaron la atención de la Justicia: "bisturí", "cortarle", "cinta…", "su celular" y "pedir ayuda".
Una vez que se conoció ese dato, su abogado defensor, Carlos Nayi, renunció a la defensa de su clienta e hizo público que dejó de creer que se trató de un acto de legítima defensa contra un ataque sexual.
La Fiscalía que interviene en el caso pidió la prisión preventiva para Brenda Barattini al considerar que “actuó sobre seguro y asegurándose la indefensión de la víctima”, explicó la fiscal de Violencia de Familia, Bettina Croppi. “Le cabe la agravante de alevosía. Ella preparó todo para ese momento. Tenía estricta premeditación. Puso a la víctima en situación de vulnerabilidad, le tapó los ojos impidiendo que pudiera defenderse y obró sobre seguro y para no salir lastimada ella”, agregó.
En la Fiscalía están convencidos de que no se trató de una maniobra de defensa de Barattini en el medio de una violación y, de hecho, archivaron la denuncia por abuso sexual que había presentado la joven nacida en Rada Tilly. No hay tampoco en la causa mención alguna sobre la presunta violencia de la que dice ser víctima en la carta. Las pericias arrojaron que la joven es imputable y continuará detenida a la espera del juicio.
Mientras tanto, ayer miles de personas se sumaron a un “tuitazo” en apoyo de la chica bajo el hastag #TeEntiendoMicky. Y la Comisión de Género de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco impulsó una radio abierta y posterior marcha en Rada Tilly, Chubut, de la que participaron organizaciones feministas, amigos, vecinos y familiares, entre ellos la madre de Micaela.