En un rincón acogedor de Godoy Cruz, ha surgido un diminuto hogar que ha capturado la imaginación de niños y adultos por igual: la casa del Ratón Pérez. Fue así como un pequeño niño perdió su diente, pero lejos de recibir el dinero debajo de su almohada, le llegó una curiosa carta que lo invitaba a la pequeña morada del roedor.
La idea de esta adorable vivienda surgió durante los días más difíciles de la pandemia, gracias a la inspiración de la reconocida titiritera mendocina Gabi Carli, quien compartió que su psicóloga le presentó la imagen de una casita similar en San Juan, despertando así la chispa de creatividad que dio origen al proyecto.
Los mendocinos se siguen sorprendió cuando pasan por la vereda y observan en la pared la pequeña puerta y un mensaje de bienvenida que cuelga en la misma. "Quería compartir este hermoso lugar en el cual la nostalgia se vive a flor de piel, un simple espacio con miles de fantasías", escribió un padre a ElNueve.com contando la historia que había vivido junto a su hijo.
"Mi nombre es Adrián, mi hijo se llama Izan y esta semana se le cayó su diente y como todos esperaban, el ratón Pérez llegó, pero le dejo una invitación la cual era q el visite y deje su diente en su casita en Godoy Cruz", contó el padre y agregó que el lugar "parece un cuento, pero son solo menos de 20 metros cuadrados... un mundo distinto tanto para grande y chicos", afirmó.
Fue así como padre e hijo se dirigieron al lugar y dejaron juntos el diente de leche. "Se lo dejé en la mesita", confesó el pequeño luego de dejar su diente.
La pequeña casa está ubicada en la calle Anatole France 50, donde se distingue por su encanto y atención al detalle, desde la vereda se puede ver el camino. Con un pequeño árbol adyacente, unas escaleras que conducen a la entrada y un diminuto mosaico con la figura del querido personaje, este hogar es el lugar perfecto para que el Ratón Pérez reciba las miles de cartas que los niños le envían.
Dentro de la casita, el Ratón Pérez disfruta de todas las comodidades necesarias para su merecido descanso. Un cómodo sofá, una mesa de luz con una tetera y una pequeña biblioteca brindan al roedor un ambiente acogedor y familiar. Sin embargo, no es todo, ya que cuenta con una plaza con juegos, "la Plaza Quesos", una canchita de fútbol y una ciclovía para que pueda llegar a su hogar.
Aunque ver al Ratón Pérez en persona es una tarea casi imposible debido a sus constantes viajes, los más pequeños no dejan de visitar su hogar con la esperanza de verlo, e incluso le dejan pequeños regalitos como muestra de su cariño y admiración. Lo mejor es que cualquiera puede ir a visitar las instalaciones.
Para Gabi Carli, la casa del Ratón Pérez comenzó como una simple atracción en Giraluna Títeres, un centro cultural donde convergen el arte, la creatividad y la naturaleza. Sin embargo, el encanto de esta morada ha trascendido las fronteras de lo esperado, convirtiéndose en un destino imperdible para quienes buscan un pedacito de magia en la provincia de Mendoza.
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