Lo que hizo una mujer para satisfacer su adicción al sexo

Lo que hizo una mujer para satisfacer su adicción al sexo

Una vez recuperada, decidió dar su testimonio de cómo sobrelleva su problema.

La adicción al sexo o la hipersexualidad puede llegar a convertirse en un problema si no se identifica a tiempo, deteriorando las relaciones íntimas e interpersonales, según los especialistas. Ocurre cuando el deseo sexual es constante y hace que se deje de lado las obligaciones laborales y personales.

Se trata de un comportamiento irrefrenable, repetitivo, que genera culpa y sensación de vacío de un modo intolerable y preocupante una vez que baja la tensión del momento.

Katy Moore es una persona que presenta hipersexualidad y decidió dar su testimonio de cómo sobrelleva su adicción. En Whimn describió su obsesión como “paralizante” y explicó que se sentía “físicamente enferma” cuando la ignoraban y cada vez tenía más ansiedad y más cambiaba su comportamiento.

Entre las cosas que llegó a hacer para tener sexo enumeró acechar a hombres, enviar mensajes obsesivos e incluso a viajar en avión a otros países para juntarse con alguien. Según ella, todo lo que hizo como adicta al sexo fue un “intento desesperado de encontrar el amor”.

“Perseguí a tipos no comprometidos, me enamoraron los hombres casados ​​y usé el sexo para atraer a cualquiera, con la esperanza de que se enamoraran desesperadamente de mí; cuando todo lo que realmente quería era esa cercanía con alguien, con cualquiera”, relata.

El momento de inflexión fue cuando Moore tuvo que ser ingresada en el hospital debido a un ataque de pánico porque un hombre no le contestó a un mensaje de texto. Gracias a haber “caído tan bajo”, pudo comenzar a subir. Ese mismo día, decidió que era hora de buscar ayuda.

Fue entonces cuando encontró un grupo de autoayuda llamado Sex and Love Addicts Anonymous (Grupo Anónimo de Adictos al Amor y al Sexo). Este ciclo duró cuatro semanas, tiempo que tuvo que abstenerse estrictamente de llevar a cabo cualquier comportamiento adictivo. En este periodo no se incluía comunicarse o coquetear con hombres.

Si bien este período de abstinencia ayudó a romper su adicción, reveló que la dejó sintiéndose profundamente deprimida. Sin embargo, alegó que, con la ayuda de otros, pudo superar este momento difícil y emergió “como una mariposa fuera de su capullo”.

Al ver los buenos resultados que le dio el poder compartir con otras personas su adicción, Moore decidió no dejar el grupo y estuvo yendo por dos años en los que recayó pero tenía la contención suficiente para reponerse. Tras lo cual, decidió compartir su experiencia con el resto del mundo para convencer a otros con su mismo problema que la solución está en pedir ayuda y buscar el apoyo de otras personas que compartan la misma adicción.