El año pasado, un estudio con 80.000 adultos realizado por la Universidad Estatal de Pensilvania descubrió que una o dos pintas de cerveza al día podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o desarrollar una enfermedad cardiovascular.
La investigación, realizada entre adultos chinos, descubrió que un consumo diario moderado de alcohol (más visible con la cerveza) ayuda a retrasar la disminución de la lipoproteína de alta densidad (HDL), o colesterol "bueno" en mayor medida de quienes no bebían.
De hecho, hay ventajas para la salud más sorprendentes escondidas en su vaso de cerveza de lo que pueda pensar (aunque, por supuesto, siempre bebiendo con moderación).
El año pasado, un estudio sugirió que el riesgo de desarrollar cálculos renales disminuye al aumentar el consumo de cerveza.
Investigadores finlandeses, dirigidos por el Dr. Tero Hirvonen del Instituto Nacional de Salud Pública de Helsinki, utilizaron su estudio detallado de 27.000 hombres de mediana edad para concluir que "se estima que una botella de cerveza por día reduce el riesgo en un 40%".
Los autores del estudio observaron que tanto el agua como el alcohol encontrados en la cerveza aumentan el flujo de orina y la diluyen, reduciendo el riesgo de formación de cálculos. El alcohol también puede "aumentar la excreción de calcio", el principal componente de los cálculos renales, explicó Hirvonen.
Un equipo de investigación de la Universidad de Scranton en Pensilvania descubrió que las cervezas stouts y ale pueden reducir la incidencia de ataques cardíacos.
La aterosclerosis (cuando las paredes de las arterias se llenan de colesterol y otras sustancias grasas) causa problemas cardíacos, y el Dr. Joe Vinson, profesor de química y autor principal de un estudio del 2000, reveló que la cerveza puede reducir el riesgo de esta enfermedad hasta en la mitad.
Sin embargo, los investigadores querían agregar que la moderación es la clave.
Los estudios realizados por la Harvard Medical School y la American Stroke Association han demostrado que las personas que beben cantidades moderadas de cerveza pueden reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares hasta en un 50%, en comparación con los no bebedores.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son el tipo más común de accidente cerebrovascular. Ocurren cuando un coágulo bloquea el flujo de sangre y oxígeno al cerebro. Sin embargo, cuando bebes cerveza, tus arterias se vuelven flexibles y el flujo sanguíneo mejora significativamente.
Como resultado, no se forman coágulos de sangre, y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular disminuye exponencialmente.
La cerveza contiene altos niveles de silicio, un elemento que promueve el crecimiento óseo, pero los académicos de la Universidad de Tufts en Massachusetts descubrieron que, si bien uno o dos vasos de cerveza al día podrían reducir significativamente el riesgo de fracturas de los huesos, más de eso los aumentaría.
Por eso, este estudio también recalcó la necesidad de beber con moderación.
En 2011, investigadores de Harvard descubrieron que los hombres de mediana edad que beben uno o dos vasos de cerveza al día, parecen reducir su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 hasta en un 25%.
El Dr. Michel Joosten, profesor visitante en la Escuela de Salud Pública de Harvard, estudió a 38.000 hombres de mediana edad y concluyó que el alcohol de la cerveza aumenta la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a prevenir la diabetes. Además, la cerveza es una buena fuente de fibra soluble, un material dietético que ayuda a controlar el azúcar en la sangre y desempeña un papel importante en la dieta de las personas que padecen diabetes.
Estudios que datan de 1977 han sugerido que los bebedores de cerveza pueden tener hasta 23% menos probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo, enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia.
Sin embargo, a pesar de que las estadísticas hablan por sí solas -un estudio encuestó a más de 365.000 personas- no se sabe por qué el consumo moderado de alcohol puede tener un efecto beneficioso. Una teoría sugiere que los conocidos beneficios cardiovasculares del consumo moderado de alcohol, como el aumento del colesterol bueno, también pueden mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro y, por lo tanto, el metabolismo cerebral.
El contenido de silicio de la cerveza también podría ser responsable. Se cree que el silicio protege al cerebro de los efectos nocivos del aluminio en el cuerpo, una de las posibles causas del Alzheimer.
La cerveza es un somnífero natural. Las ale, stouts y lagers estimulan la producción de dopamina, un compuesto que el médico puede recetarle al insomnio en el cerebro.
Según una investigación realizada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, el simple hecho de probar la cerveza aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro y, por lo tanto, hace que los bebedores se sientan más tranquilos y relajados.
Sin embargo, los académicos aclararon que estos efectos se logran después de tomar sólo un sorbo, por lo que lo único que necesita es una pequeña cantidad de 15 mililitros, el equivalente a una cucharada de cerveza.
Demasiadas pintas y tu visión se volverá borrosa, pero consumí la cantidad justa de cerveza y tus ojos se verán beneficiados.
Investigadores de la Universidad de Western Ontario descubrieron que los antioxidantes que se encuentran en la cerveza, particularmente las cervezas ale y stouts, protegen contra el daño mitocondrial.
Las cataratas se forman cuando las mitocondrias (partes de una célula responsables de convertir la glucosa en energía) de la lente externa del ojo están dañadas. Los antioxidantes protegen las mitocondrias contra este daño y, por lo tanto, los autores del estudio recomiendan una bebida al día para mantener alejado al oculista.
¿Podría la cerveza curar el cáncer? Los científicos de la Universidad de Idaho creen que sí.
En enero, en la Reunión Nacional de la American Chemical Society, los investigadores presentaron hallazgos que sugerían que un ingrediente clave en la cerveza podría usarse en la lucha contra el cáncer y las enfermedades inflamatorias.
Los ácidos llamados humulonas y lupulonas, que se encuentran en el lúpulo, poseen la capacidad de detener el crecimiento bacteriano y la enfermedad, y los científicos esperan encontrar una manera de extraer estos compuestos o sintetizarlos en un laboratorio para desarrollar agentes activos para el tratamiento del cáncer.
Puede parecer extraño, pero los investigadores de la Universidad Estatal de Oregón parecen pensar que la cerveza puede ayudar a perder algunos gramos.
Los científicos publicaron un estudio a principios de este año que muestra que un compuesto llamado xantohumol, comúnmente encontrado en el lúpulo, puede reducir las probabilidades de que un individuo desarrolle síndrome metabólico, una condición que indica obesidad, presión arterial elevada, azúcar en sangre y lipoproteínas de alta densidad. (HDL) niveles de colesterol.
Tristemente, los investigadores concluyeron que los humanos tendrían que beber más de 3.500 pintas de cerveza al día para sentir los beneficios del compuesto "milagroso", y para ese momento necesitarían un milagro para estar vivos.
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