La mansión Stoppel ahora será un museo. La vieja casa está situada en la calle Emilio Civit al 348. Fue construida en 1912 por el arquitecto italiano Víctor Barabino y a pedido del cónsul peruano Luis Stoppel.
37 años después, luego de fallecido el diplomático, fue donada por su propietario y comenzó a formar parte de los inmuebles de Mendoza. Desde ese momento, año 1949, funcionó ahí el patronato de menores.
Con el terremoto de Caucete en San Juan, en 1977, la casa sufrió una importante grieta y fue clausurada. Un año después se declaró inhabitable.
Al tiempo, en el año 2002 llegó la declaración de patrimonio histórico y cultural de Mendoza. En el año 2003 pasó de la provincia a la Municipalidad de Capital. Prometieron un museo pero nunca se concretó ninguno de los proyectos presentados.
Finalmente, por ley, la casa vuelve a estar bajo la órbita de la provincia desde el 2011.
Un año después, el gobernador Francisco Pérez quiso llevar a cabo el plan de restauración estimando un presupuesto de 22 millones de pesos. Por problemas económicos y falta de pago a proveedores las obras fueron interrumpidas en tres ocasiones.
Luego de cuatro años de restauración, el jueves abre al público. Las obras que realizó infraestructura junto con Cultura de Mendoza fueron finalizadas el 27 de diciembre del 2017, enero y febrero de este año fueron meses utilizados para chequear que todos los servicios funcionaran correctamente.
Las refacciones costaron $58 millones, 10 millones más de lo que había sido presupuestado.
A partir de ahora, se llamará museo Carlos Alonso Mansión Stoppel en homenaje también al gran artista mendocino.