¿Querés algo rico sin complicarte demasiado? Esta receta de Budín marmolado te va a salvar la merienda.
La merienda es un momento del día que se disfruta en familia o con amigos, y no hay nada mejor que acompañarla con una delicia casera.
La receta del budín marmolado es económica e ideal para aquellos que quieren disfrutar de algo rico sin gastar mucho dinero.
Este clásico de la pastelería combina sabores de vainilla y chocolate en un mismo bocado, con un efecto visual que encanta a grandes y chicos. Además, su preparación es sumamente sencilla, lo que lo convierte en una excelente opción para cualquier ocasión.
¿Cómo hacer un budín marmolado casero?
Vamos a necesitar
– 200 g de harina leudante.
– 200 g de azúcar.
– 3 huevos.
– 100 ml de aceite de girasol.
– 100 ml de leche.
– 1 cucharadita de esencia de vainilla.
– 2 cucharadas de cacao en polvo.
– 1 pizca de sal.
El paso a paso
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 180°C. Engrasamos y enharinamos el molde en el que queremos hacer el budín para que no se pegue.
En un bol, tamizamos la harina con la sal. Esto ayudará a que el budín tenga una textura más suave y esponjosa.
En otro recipiente, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y pálida. Este paso es importante porque le da aire a la masa y contribuye a la esponjosidad del budín.
Añadimos el aceite y la leche a la mezcla de huevos y azúcar, batiendo continuamente. Agregamos también la esencia de vainilla.
Añadimos de a poco la mezcla de harina y sal, integrándola con movimientos envolventes. No batás demasiado para evitar que la masa pierda aire.
Separamos la mitad de la masa en otro bol y le agregamos el cacao en polvo, mezclando bien hasta que quede homogénea.
Vertemos la mezcla de vainilla en el molde engrasado. Luego, añadimos la mezcla de cacao, intercalando cucharadas para crear el efecto marmolado. Podemos usar un cuchillo o un palillo para hacer movimientos en espiral y mezclar suavemente las dos masas.
Llevamos el molde al horno precalentado y horneamos por unos 40-50 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
Una vez cocido, lo retiramos del horno y lo dejamos enfriar en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que se enfríe completamente.