Descubrí cómo preparar unas deliciosas galletas de miel con ingredientes económicos. Ideal para disfrutar en familia sin gastar de más.
En tiempos donde el ahorro se ha convertido en una necesidad cotidiana, encontrar recetas económicas que no sacrifiquen el sabor es un verdadero hallazgo.
Entre las opciones más queridas, las galletas de miel se destacan por su sencillez, economía y delicioso sabor.
Las galletas de miel son una opción excelente para cualquier merienda. Su preparación no solo es sencilla, sino que también permite utilizar ingredientes que probablemente ya tienes en tu despensa.
Además, la miel, con sus propiedades nutritivas y su sabor inconfundible, añade un toque especial que las hace irresistibles.
¿Cómo preparar galletas de miel en casa?
Para hacer aproximadamente dos docenas de galletas de miel, vamos a necesitar
– 2 tazas de harina de trigo
– 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
– ½ cucharadita de sal
– ½ taza de mantequilla (a temperatura ambiente)
– ½ taza de azúcar moreno
– ¼ taza de azúcar blanco
– ½ taza de miel
– 1 huevo grande
– 1 cucharadita de extracto de vainilla
El paso a paso
Precalentamos el horno a 180°C (350°F) y cubrimos una bandeja para hornear con papel manteca o con una lámina de silicona para evitar que las galletas se peguen.
En un bol, tamizamos la harina junto con el bicarbonato de sodio y la sal. Esta mezcla asegurará que las galletas tengan una textura suave y esponjosa.
En otro bol grande, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar moreno y el azúcar blanco hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
Este paso es crucial para que las galletas tengan una consistencia adecuada.
Incorporamos la miel a la mezcla de mantequilla y azúcares, batiendo hasta que se integre completamente. Luego, añadimos el huevo y el extracto de vainilla, y seguimos batiendo hasta obtener una masa suave y uniforme.
Poco a poco, agregamos la mezcla de ingredientes secos a la preparación húmeda, batiendo a baja velocidad o mezclando con una espátula de silicona hasta que la masa esté bien integrada.
Con la ayuda de una cuchara para helado o dos cucharas, formamos pequeñas bolas de masa y las colocamos en la bandeja para hornear, dejando suficiente espacio entre ellas para que puedan expandirse sin pegarse.
Horneamos las galletas en el horno precalentado durante unos 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. Es importante no sobrecocerlas para que mantengan una textura suave por dentro.
Una vez fuera del horno, dejamos que las galletas se enfríen en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.
Tips
Si querés darle un toque especial, podés agregar ingredientes extras como canela, nuez moscada, o incluso chispas de chocolate a la masa.
Guardá las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente para mantener su frescura durante varios días.