Convertite en el héroe de la merienda con esta receta fácil y económica de scones. Ahorrá dinero y disfrutá de una deliciosa tarde
En tiempos en los que cuidar el bolsillo se ha vuelto esencial, encontrar recetas que sean económicas y deliciosas es una verdadera bendición.
Los scones son una opción ideal para una merienda rápida y fácil de preparar.
Con ingredientes simples y baratos podés hacer estos exquisitos bocados en poco tiempo, llenando tu hogar de un aroma irresistible.
Además, su versatilidad te permite personalizarlos a tu gusto, haciendo que cada merienda sea una experiencia única.
Los scones no solo son perfectos para acompañar una buena taza de té o café, sino que también son una excelente opción para sorprender a tus seres queridos con un toque de cariño y sabor casero.
No necesitás ser un experto en la cocina para lograr scones perfectos; solo seguí esta sencilla receta y verás lo fácil que es convertirte en el chef estrella de la casa.
¿Cómo hacer scones caseros?
Vamos a necesitar
– 2 tazas de harina
– ¼ taza de azúcar
– 1 cucharada de polvo para hornear
– ½ cucharadita de sal
– ½ taza de manteca fría, cortada en cubos
– 2/3 taza de leche
– 1 huevo
El paso a paso
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 200°C y preparar una bandeja con papel manteca.
Luego, en un bol grande, mezclamos la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal.
Incorporamos los cubos de manteca fría a la mezcla seca. Usamos un tenedor para cortar la manteca hasta que la mezcla se asemeje a migas gruesas.
En un bol pequeño, batimos la leche con el huevo y luego agregamos esta mezcla a los ingredientes secos. Revolvemos hasta que se forme una masa.
Volcamos la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amasamos suavemente.
Extendemos hasta que tenga un grosor de aproximadamente 2 cm y cortamos los scones en forma redonda o en triángulo.
Colocamos los scones en la bandeja preparada y horneamos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados.
Algunos consejos
– Para un toque especial, podés añadir pasas, chips de chocolate o queso rallado a la masa antes de hornear.
– Serví los scones calientes, acompañados de manteca, mermelada o crema.
Perfectos para compartir con la familia o amigos, estos scones se convertirán en un favorito de la casa.