Cuando llega la tarde y el mate está a punto, siempre nos tienta acompañarlo con algo rico y casero. Sin embargo, no siempre tenemos todos los ingredientes o el tiempo para elaborar recetas complicadas.
Pero, podés preparar unos deliciosos bizcochitos de jamón con lo que tenés en la heladera y en tan solo unos minutos. Sí, es posible, y además, es una opción que le va a encantar a toda la familia.
Pensá en esos días en los que buscás una alternativa diferente al clásico pan o las galletitas de paquete.
Algo salado, pero no demasiado pesado. Ahí es donde entran en juego estos bizcochitos de jamón, que además de ser súper fáciles de hacer, son una excelente manera de aprovechar ese jamón que tenés en la heladera y que no sabés en qué usar.
Estos bizcochitos tienen la textura perfecta: son crocantes por fuera, pero suaves por dentro. Y lo mejor de todo es que no necesitás ser un experto en la cocina para prepararlos.
Con ingredientes simples y un par de pasos, vas a tener listos unos bocaditos que van a volar en cuanto salgan del horno.
Son ideales para acompañar con una rica infusión, o por qué no, para llevar al trabajo o para los chicos en la escuela.
- 200 g de harina leudante
- 50 g de manteca fría
- 100 g de jamón cocido en cubos pequeños
- 100 ml de leche
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de polvo de hornear
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 180°C y enmantecamos una placa para horno.
En un bol, colocamos la harina junto con el polvo de hornear y la pizca de sal.
Agregamos la manteca fría cortada en cubos y, con la punta de los dedos, la integramos con la harina hasta que te quede una mezcla arenosa.
Incorporamos el jamón en cubos y mezclamos bien.
Aparte, batí ligeramente el huevo y agregalo a la mezcla, junto con la leche.
Amasamos suavemente hasta formar una masa homogénea, sin trabajarla demasiado.
Estiramos la masa sobre una superficie enharinada hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1 cm.
Con un cortapastas o un vaso, cortamos los bizcochitos y los colocamos en la placa.
Horneamos por 15-20 minutos o hasta que estén doraditos.
¡Listo! En menos de lo que imaginabas, ya tenés unos riquísimos bizcochitos de jamón que podés disfrutar a cualquier hora del día.
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