Miedo y fobia, una dupla diferente, pero desafiante

Miedo y fobia, una dupla diferente, pero desafiante

El miedo y la fobia son experiencias comunes que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas, pero su naturaleza y el impacto que tienen pueden ser muy diferentes. Enterate de todo en esta nota.

“El miedo es una respuesta emocional natural que todos experimentamos ante situaciones percibidas como peligrosas o amenazantes. Este mecanismo de defensa, esencial para la supervivencia, nos alerta sobre riesgos potenciales y nos motiva a actuar, ya sea huyendo de una amenaza o preparándonos para enfrentarla”, argumenta la psicóloga Noelia Centeno.

En su forma más básica, el miedo puede ser útil y adaptativo; por ejemplo, el temor a un animal salvaje nos puede prevenir de acercarnos demasiado y ponernos en peligro.

Por otro lado, la fobia se define como un miedo intenso e irracional hacia un objeto, situación o actividad específica, que provoca una respuesta desproporcionada. 

“A diferencia del miedo cotidiano, que puede ser manejable y situacional, las fobias son persistentes y pueden interferir significativamente en la vida diaria de quienes las padecen”, explicó Centeno. Estas reacciones no solo son exageradas, sino que suelen generar un nivel de ansiedad tan alto que la persona afectada podría evitar situaciones que, en realidad, no representan un peligro real.

Diferencias clave entre ambos términos

-¿Qué diferencias puntuales encontramos entre ambas sensaciones?

“Una de las principales diferencias entre miedo y fobia radica en la intensidad y la duración de la respuesta emocional. El miedo puede ser temporal y responder a una situación específica, mientras que la fobia es duradera y puede persistir incluso en ausencia del objeto o situación temida. Además, las fobias pueden desencadenar ataques de pánico, que son episodios de ansiedad extrema que incluyen síntomas físicos como palpitaciones, sudoración y dificultad para respirar”, detalló Centeno.

Otra diferencia crucial es el nivel de control que una persona tiene sobre su reacción. Mientras que alguien puede reconocer que su miedo es racional y manejarlo adecuadamente, las personas con fobias a menudo se sienten atrapadas por su miedo, lo que puede llevar a un comportamiento evitativo extremo. Por ejemplo, alguien con fobia a volar puede evitar viajes largos incluso si es necesario, mientras que una persona con un miedo ocasional a volar puede tomar un vuelo si es imprescindible.

-¿Qué se puede hacer para superarlos?

“Superar el miedo y las fobias es un proceso que puede variar de persona a persona, pero existen estrategias y enfoques que han demostrado ser efectivos”, destaca Centeno. Algunas pautas a seguir:

Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque comúnmente utilizado para tratar fobias. A través de ella las personas aprenden a identificar y desafiar pensamientos distorsionados sobre el objeto de su miedo, así como a desarrollar habilidades de afrontamiento.

Desensibilización sistemática: Este es un método en el que la persona es expuesta gradualmente a la fuente de su fobia en un ambiente controlado. Comienza con la exposición a situaciones menos amenazantes y, poco a poco, se avanza hacia situaciones más difíciles, lo que ayuda a reducir la respuesta de miedo.

Técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda y la visualización son herramientas útiles para manejar la ansiedad que acompaña al miedo y las fobias. Estas técnicas pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo, facilitando una respuesta más equilibrada ante situaciones temidas.

Educación y comprensión: Aprender más sobre el miedo y las fobias puede empoderar a las personas y ayudarles a entender que estas experiencias son comunes. La educación puede desmitificar el objeto de miedo y hacer que parezca menos amenazante.

Apoyo social: Hablar sobre el miedo o la fobia con amigos y familiares puede proporcionar un sistema de apoyo vital. Compartir experiencias y recibir apoyo 

El miedo y la fobia son experiencias humanas que, aunque pueden parecer similares, tienen características y efectos muy diferentes. Mientras que el miedo puede ser una respuesta normal y útil, la fobia puede llevar a un sufrimiento significativo. Comprender estas diferencias y aprender a manejarlas a través de diversas estrategias puede ser clave para recuperar el control y mejorar la calidad de vida. La superación de miedos y fobias no solo es posible, sino que también puede abrir la puerta a nuevas experiencias y oportunidades.

La psicóloga estuvo con el equipo de Cada Día, ¡Mirá la nota!