Raúl Adrián Orozco, quien fue escrachado hace unos meses tras robar un comercio en el Barrio Santa Ana de Guaymallén, y cumplía una condena por robo agravado, rompió la pulsera y se dio a la fuga. Había recibido el beneficio de la prisión domiciliaria.
El preso se escapó la tarde del miércoles de su casa en Buena Nueva, Guaymallén y se convierte en el segundo preso que escapa de la misma forma en la Provincia de Mendoza.
El robo sucedió el pasado 27 de mayo, cuando entró al local de ropa y se llevó la recaudación, el celular de una de las empleadas y camperas del local.
En ese momento las imágenes de las cámaras de seguridad mostraron cómo cometió el delito.