Pese a las nuevas medidas del Gobierno provincial para reducir los accidentes de tránsito en las calles producto de conductores alcoholizados, continúan siendo noticia todos los días los siniestros vitales causados por el alcohol al volante.
Con la nueva ley se endurecieron las penas; sin embargo, la realidad en las calles demuestra que aún queda mucho por hacer.
Este jueves en la tarde, un conductor alcoholizado volcó en la Ruta 50 y Hernández, en Las Catitas, Santa Rosa. La víctima, identificada como S. A. de 44 años, presentaba un dosaje de 2.13 g/l de alcohol en sangre, muy por encima del límite permitido.
El incidente ocurrió cuando el conductor se dirigía hacia el oeste por la ruta provincial 50. Por razones que se desconocen, perdió el control del vehículo, impactando contra un árbol en el costado sur de la arteria. El vehículo quedó volcado sobre su costado derecho, con las cuatro ruedas direccionadas hacia el sur.
El conductor fue trasladado al Hospital Arena Raffo con politraumatismo craneoencefálico.
En un esfuerzo por reducir los accidentes de tránsito ocasionados por conductores ebrios, el Gobierno de Mendoza publicó las reformas a la Ley de Seguridad Vial. Sin embargo, a pesar de las medidas más estrictas, la problemática persiste, como lo demuestra un reciente caso ocurrido en Santa Rosa.
Con la nueva ley, quienes manejen con más de 0,5 gramos de alcohol en sangre enfrentarán duras sanciones. Una de las principales modificaciones es el aumento de sanciones para reincidentes, quienes podrían ser inhabilitados para conducir por hasta un año. La normativa también detalla que en caso de una primera reincidencia, la inhabilitación podría extenderse hasta 365 días, con la posibilidad de que el juez ordene la asistencia a cursos de capacitación, prevención y/o conducción responsable.
Además, la nueva ley facilita a municipios y a la Dirección de Seguridad Vial la certificación de la calibración de alcoholímetros mediante convenios con universidades y organismos locales, tanto públicos como privados. Esto busca agilizar el proceso y disponer de más instrumentos para la detección de conductores ebrios.
Otra modificación importante es la agilización de los plazos para la disposición de vehículos retenidos. La ley establece que, después de cierto tiempo y bajo determinadas condiciones, los vehículos podrán ser compactados, transferidos a municipios o subastados, para reducir la acumulación en las playas de secuestro.
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