Con la baja rentabilidad que ofrecen las inversiones comunes de Plazo Fijo, muchos se preguntan si conviene en UVA, pero cómo está funcionando este sistema en la actualidad.
Desde que el Banco Central dejó de regular los Plazo Fijo, los bancos comenzaron a bajar paulatinamente la tasa de interés, es por ello que muchos se inclinan en el Plazo Fijo en UVA.
La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) es una medición que tiene en cuenta la inflación y por ello permite no peder dinero.
Por esta baja rentabilidad de los tradicionales, el UVA se transformó en una inversión que se transformó en una de las opciones más buscadas para los ahorristas porque promete igualar la inflación. El problema sigue siendo el lapso para recuperar el depósito: son a seis meses.
El plazo mínimo para invertir en un Plazo Fijo UVA es de 180 días y el monto mínimo es de $1.000. El rendimiento iguala a la inflación que se produzca durante los 180 días más un leve interés del 1%, lo cual le garantiza al ahorrista mantener el poder adquisitivo respecto de la suba de precios.
Una alternativa por si se necesita el dinero, el hacer un Plazo Fijo en UVA precancelable lo que da una posibilidad de una precancelación, obviamente resignando parte del rendimiento. Esa precancelación estará disponible 30 días después de su conformación pero con una tasa más baja.
¿Qué pasa con el Plazo Fijo Tradicional?
Desde que el Banco Central liberó el rendimiento de los bancos, comenzó a bajar. En estos momentos, la tasa anual de los bancos ronda el 42%.
De esta manera, rinden por día en promedio de 3,5% y eso significa estar por debajo de la inflación.
En tanto, el UVA se mantendrá paralelo con la inflación, por arriba del 4% por mes, dependiendo de la inflación.
¿Puede el Plazo Fijo Tradicional rendir mejor que el UVA?
El Plazo Fijo Tradicional le puede ganar al UVA si la inflación baja considerablemente y rinde menos del 3%. Sin embargo, como los bancos pueden tocar las tasas, tal vez en ese contexto también bajen su rendimiento.