En la última edición de Gran Hermano hay una participante mendocina que tiene un apodo bastante particular, le dicen "la Barbie Camionera". Se trata de Sabrina Cortez, una joven de 29 años que vive en Buenos Aires desde hace 15 años.
Además de llamar la tención por su simpleza y espontaneidad, Sabrina se convirtió en la primera líder del juego tras pasar la prueba a la que Gran Hermano desafió a los participantes.
Sabrina es contadora, pero no le gusta para nada trabajar de eso porque le genera mucho estrés. Ella se dedica a las redes sociales u al modelaje.
Está de novia desde hace 7 años con idas y vueltas, pero aseguró que tienen mucha libertad y que si tuviera que estar con alguien adentro de la casa, por estrategia, lo haría.
"Mamá y papá son militares. Yo también quise ser militar en un momento y todo ese ambiente a mí me encanta", dijo la mendocina. Sin embargo, su vida giró para otro lado.
"Estoy en pareja hace siete años con intermitencias. Mi novio está chocho, me rebanca y me deja ser, no es celoso, y yo tampoco", contó. Y aseguró que estaría con un participante dentro de la casa.
Aunque muchos la perciben como delicada, Sabrina dejó claro que no es así: "Me ven delicada y no soy eso".
Le dicen "la Barbie camionera" por su manera franca y directa de expresarse.
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