La beba de ocho meses que contrajo sarampión en la ciudad de Buenos Aires recibió este lunes el alta médica, según confirmó la ministra de Salud porteña, Ana María Bou Pérez a la vez que destacó que evoluciona favorablemente y se encuentra en buen estado de salud.
No obstante, pese a haber recibido el alta, las autoridades sanitarias porteñas continúan investigando el entorno de la pequeña para determinar el origen de la enfermedad y cómo se contagió la nena, de acuerdo a lo publicado por el portal de noticias Minuto 1.
Resulta curioso que ni la menor ni sus familiares directos viajaron a alguna zona de alerta por el brote de esa enfermedad. Asimismo, ninguna de las personas y chicos que asisten al mismo jardín presentó síntoma alguno relacionado con el sarampión.
La situación es preocupante ya que desde hace 18 años no se registraba en la Argentina un caso autóctono de sarampión. En tanto, el último brote ocurrió en el 2010, cuando hubo 17 casos confirmados, los cuales eran todos importados por pacientes que habían estado en Sudáfrica para el mundial de fútbol.
Para hablar del tema, estuvo en Viva la Mañana la pediatra Ana Houdek, integrante de la Sociedad Argentina de Pediatría, quien se refirió a las características de la enfermedad y a las señales que pueden alertar a los papás.
Los síntomas del sarampión aparecen, por lo general, unos 7 a 14 días después de que la persona se infecta. La afección inicia generalmente con fiebre alta, tos, moqueo (rinitis aguda o romadizo), y ojos enrojecidos y llorosos.
Dos o tres días después de que comienzan los síntomas, pueden aparecer puntitos blancos dentro de la boca. A los tres a cinco días siguientes se produce un sarpullido.
La enfermedad, si no tiene complicaciones, dura alrededor de 10 días. La mejor manera de prevenir el sarampión es a través de la vacunación que tiene una eficacia del 90 al 95%.